Las autoridades de Japón adoptan originales medidas como la creación de lobos robóticos, con el propósito de reducir la destrucción agrícola y ambiental provocada por el auge de una fauna silvestre de herbívoros y omnívoros voraces.

Con este fin emplean todo tipo de dispositivos novedosos, que van desde drones de caza y hasta robots con forma de lobo.

El año pasado, en la prefectura de Kioto Fukuchiyama, destacó sobre el aumento de más del 30% en los daños a cultivos, provocados fundamentalmente por jabalíes y venados.

En el territorio las pérdidas contabilizan aproximadamente de 120,5 millones de dólares en los últimos años.

 

Cazadores efectivos

El líder de la asociación de caza de Fukuchiyama, Teruo Shimomoto, de 74 años, se encarga de organizar cacerías para frenar las plagas de ciervos y jabalíes. En una ocasión se dirigió a Iori Shimura, director de una escuela de drones y una empresa de producción de vehículos aéreos no tripulados agrícolas llamada Aero Japan, con una interesante propuesta de conectar altavoces a los drones y hacer que reprodujeran los ladridos de los perros de caza.

Shimomoto detalló que de esta idea surgió un aparato volador para ahuyentar a los animales salvajes y se procedió a experimentar con varios tipos de sonidos de ladridos recopilados de diferentes situaciones «fue esencial ajustar cuidadosamente el volumen y la dirección del altavoz y encontrar la altitud y la velocidad adecuadas para operar los drones».

Una ventaja por encima de los perros de caza, es la capacidad de los drones de llegar a áreas más amplias, lo que les permiten asustar y expulsar a varios animales a la vez.

Los resultados de dos años de caza con estos drones han sido prometedores, afirmó Shimomoto, quien cree que «este nuevo método se extenderá por todo el país».

 

Lobos robóticos guardianes

En la isla de Ishigaki, de la prefectura de Okinawa, Kazuaki Kikuchi el supervisor de una granja de piña orgánica que sufrió graves daños económicos: el ingreso de jabalíes a través de las vallas perimetrales electrificadas provocó que se arruinen cerca del 20% de la producción.

Desde 2019, instaló en su granja un robot con apariencia canina, sensible al movimiento, con ojos rojos relampagueantes, que puede hacer sonidos de ladridos, aullidos y de disparos, casi de inmediato los jabalíes desaparecieron.

 

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Ciudad Valencia / VTV