Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Washington, Estados Unidos, demostró que el tabaquismo también afecta el cerebro, y lo relaciona con la aparición de alzhéimer y demencia.

 

Los investigadores observaron las consecuencias del consumo de tabaco a nivel cerebral, y sus hallazgos ayudan a explicar por qué los fumadores tienen un alto riesgo de deterioro cognitivo, relacionado con la edad y la enfermedad de alzhéimer, según un artículo publicado en Biological Psychiatry: Global Open Science.

 

Con el objetivo de desentrañar la relación entre genética, cerebro y comportamiento, los autores de la pesquisa analizaron datos de salud y el comportamiento de medio millón de personas, en su mayoría de ascendencia europea.

 

El equipo analizó datos no identificados sobre el volumen cerebral, el historial de tabaquismo, y el riesgo genético de fumar de 32 mil 94 personas, y lograron demostrar que cada par de factores estaban relacionados: antecedentes de tabaquismo y volumen cerebral; riesgo genético de fumar y antecedentes de tabaquismo; y riesgo genético de fumar y volumen cerebral.

 

Además, la asociación entre fumar y el volumen cerebral dependía de la dosis: cuantos más paquetes fumaba una persona al día, menor era su volumen cerebral. Cuando se consideraron los tres factores juntos, la asociación entre el riesgo genético de fumar y el volumen cerebral desapareció, mientras que el vínculo entre cada uno de ellos y las conductas de fumar permaneció.

 

Con el empleo de un enfoque estadístico, conocido como análisis de mediación, los investigadores determinaron la secuencia de eventos: la predisposición genética conduce a fumar, lo que lleva a una disminución del volumen cerebral.

 

 

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Ciudad Valencia/VTV