El pasado miércoles el Ministerio de Hacienda, informó que con el fin de modernizar el sistema tributario han aprobado la creación de la denominada «tasa Google«, pese a la animadversión Washington.

 

Los nuevos impuestos digital y financiero, más conocidos como Tasa Google y Tasa Tobin, ya están listos para entrar en vigor en enero, toda vez que el Senado ha aprobado definitivamente los dos proyectos de Ley que según la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, avanzan hacia una fiscalidad del siglo XXI.

 

En la votación final el impuesto digital ha recibido 134 votos favorables, 101 en contra y 28 abstenciones, mientras que el financiero ha registrado 155 votos a favor, 98 en contra y 8 abstenciones.

 

Sin embargo, casi todas las formaciones han dudado de que puedan cumplirse los objetivos de recaudación previstos, que en el caso del impuesto digital se rebajó de los 1.200 millones de euros iniciales a unos 968 millones estimados antes de la pandemia, y en el del impuesto financiero se prevé en cerca de 850 millones de euros anuales.

 

¿Qué es la tasa Google?

Es un impuesto que gravará algunas operaciones realizadas por las grandes multinacionales tecnológicas que en la actualidad no tributan. Se establece un tipo del 3% a los ingresos generados por servicios de publicidad dirigida en línea, servicios de intermediación en línea y la venta de datos obtenidos a partir de información proporcionada por el usuario.

 

Afecta a empresas con ingresos anuales mundiales de al menos 750 millones de euros e ingresos en España superiores a 3 millones. Es el caso, por ejemplo, de Google, Facebook y Amazon.

 

Queda excluido del impuesto el comercio electrónico que implica la venta de bienes o servicios entre los usuarios en el marco de un servicio de intermediación en línea; y las ventas de bienes o servicios contratados en línea a través de la web del proveedor de esos bienes o servicios en la que el proveedor no actúa como intermediario. Además, se excluyen de la tasa determinados servicios financieros. Y las prestaciones digitales que sean realizadas entre entidades que formen parte de un grupo con una participación, directa o indirecta, del 100% quedarán también fuera del impuesto.

 

¿Cómo afecta al consumidor?

La ‘tasa Google’ no grava al usuario de servicios digitales, por lo que de entrada no supondrá gasto alguno para el consumidor. No obstante, según la patronal tecnológica Ametic, el nuevo impuesto creará barreras de entrada al mercado para ‘start-ups’ y pymes y puede repercutir de forma negativa en los usuarios al resultarles más caro acceder a los servicios de las plataformas digitales. Ametic sostiene que las grandes tecnológicas como Amazon, Google o Facebook podrían repercutir este impuesto en el precio final a las pequeñas empresas, autónomos, usuarios, organizaciones sin ánimo de lucro u organismos públicos que utilizan estas plataformas.

 

¿Quién rechaza la ‘tasa Google’?

Como siempre, Estados Unidos. El régimen de Donald Trump ha amenazado con imponer aranceles del 25% sobre las importaciones europeas si se pone en marcha una tasa a grandes empresas de servicios digitales. Tampoco están de acuerdo las patronales tecnológicas.

 

Francia ha sido uno de los primeros países en crear este impuesto y lo hizo de manera unilateral. Sin embargo, el pasado enero congeló su tasa digital para intentar llegar a un acuerdo con EEUU después de que este país anunciara aranceles por valor de 2.160 millones de euros sobre productos franceses.

 

Ciudad VLC/Agencias