El partido de la primera liga de Indonesia que este sábado enfrentó al club del fútbol Arema FC con el Persebaya Surabaya, que venció por 3 a 2, desembocó en fuertes disturbios que dejaron más de un centenar de víctimas mortales (127) y un número similar de heridos. Los hechos ocurrieron en el estadio de Kanjuruhan, en la regencia de Malang (provincia de Java Oriental).
La situación se desbordó cuando el árbitro pitó el final y miles de hinchas del Arema FC irrumpieron en el campo. Los aficionados lanzaban bengalas y otros objetos, por lo que los agentes de Policía tuvieron que recurrir al gas lacrimógeno, precisa la agencia local Antara Jatim.
El inspector general y jefe de la Policía regional de Java Oriental, Nico Afinta, comunicó este domingo en rueda de prensa que los fallecidos son 127 muertos y 180 heridos, incluidos dos policías. Nico precisó que hasta 34 personas perdieron la vida dentro del estadio en medio de empujones, pisotones y por asfixia, mientras que el resto murió en hospitales.
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En cuanto a los heridos, unas 180 personas siguen recibiendo asistencia médica en los hospitales.
Además de los daños materiales registrados en las instalaciones del estadio, un coche policial fue incendiado, mientras que otro quedó fuertemente dañado con cristales rotos y volcado de lado.
Ciudad Valencia / Con información de TeleSur y RT
