El presidente electo de Estado Unidos, Joe Biden, catalogó este 20 de enero como “un nuevo día”, mientras se preparaba para juramentarse como Jefe de Estado en Washington, bajo un fuerte despliegue militar y de seguridad, tras el asalto al Capitolio de ese país, el 6 de enero.
Biden ya se encuentra en la sede del órgano legislativo, acompañado por su esposa, Jill Biden; la vicepresidenta electa, Kamala Harris; la diputada demócrata Nancy Pelosi, titular de la Cámara Baja, tras realizar un oficio religioso y en honor a los fallecidos por el Covid-19.
La juramentación como el presidente número 46 de Estados Unidos será frente al Capitolio, y por primera vez en la historia no asistirá el presidente saliente.
La capital de Estados Unidos, Washington, amanece este miércoles con sus monumentos más emblemáticos resguardados por vallas metálicas y soldados y policías uniformados apostados en puntos estratégicos, para albergar el acto de investidura de Biden.
De cara a la ceremonia de transmisión de mando, las autoridades ordenaron el cierre del National Mall, el parque que alberga los monumentos y la famosa explanada que suele cobijar multitudes durante este tipo de actividad. Su lugar estará ocupado por 200.000 pequeñas banderas del país, en representación de quienes no podrán llegar.
