El expresidente de Ecuador Rafael Correa este 16 de mayo catalogó de “tortura” que se le prohíba al fundador de Wikileaks, Julian Assange, recibir visitas en la embajada ecuatoriana de Londres donde está asilado desde 2012.
La privación de visitas a Assange por parte del Gobierno ecuatoriano es “básicamente tortura” y “una clara violación de sus derechos, dijo Correa en una entrevista exclusiva con el portal estadounidense The Intercept.
Una vez que le damos asilo a alguien, somos responsables de su seguridad y de garantizar condiciones de vida humanas.
Esta medida por parte de Quito, según Correa, se deriva del hecho de que el país suramericano ya “no mantiene relaciones soberanas normales con el Gobierno estadounidense” y a que las actuales autoridades del país adoptan una postura de “sumisión”.
El Ejecutivo ecuatoriano le prohibió al activista australiano usar el teléfono y recibir visitas la semana pasada, después de privarlo en marzo de internet.
Quito: Julian Assange incumplió compromiso
“El Gobierno del Ecuador confirma categóricamente que el señor Assange se comprometió, libre y voluntariamente, a no interferir en los asuntos internos de los Estados, a respetar las leyes del Estado que le protege e incluso señaló que defendería los intereses de Ecuador como lo haría el mejor de sus ciudadanos”, informó en abril la Cancillería ecuatoriana.
Correa desmintió acusaciones
Además, en su entrevista Correa desmintió un reciente artículo del diario británico The Guardian que lo acusa de lanzar una “operación de espionaje” con un coste multimillonario para proteger a Assange, quien no puede salir de la embajada porque, de hacerlo, el Reino Unido lo extraditaría casi con toda seguridad a Suecia, que pretende juzgarlo por presuntos delitos sexuales.
El exdignatario tachó las acusaciones del rotativo británico de “sensacionalistas” y denuncia intentos de presentar como escandalosos esfuerzos ordinarios por garantizar la seguridad de Assange en la sede diplomática ecuatoriana en el Reino Unido.
Correa defiendió además el asilo concedido como “su deber, de acuerdo con la ley”.
Se teme que, si Assange es extraditado a Suecia, las autoridades de este país lo extraditen a su vez a Estados Unidos, donde sería procesado por filtrar secretos sensibles para la seguridad estadounidense, pudiendo ser condenado a la pena de muerte.
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Ciudad VLC/Tomado de Hispantv