“La carterita azul”… Como era de esperarse, las fanfarronadas y la saliva desperdiciada lograron su cometido pero en sentido inverso.
Una gran movilización nacional se ha registrado en todo el país con el fin de apoyar la soberanía de esta Tierra de Gracia y la toma de posesión para un tercer mandato, como jefe de Estado y jefe gobierno, de Nicolás.
Miles de personas han salido a la calle y han jurado la lealtad a los resultados electorales del 28 de julio pasado como también a la paz. Eso representa un saldo cualitativo extraordinario, incluso más que cuantitativo. Entusiasmo, esperanza, renovación vivencial, alegría, afirmación y templanza han sido recogidos en los caminos y concentraciones de todos estos días de 2025.
En la otra trinchera, las ideas delirantes de sus liderazgos meteorizados han edificado otra frustración para su base social. Entre invasiones, tomas carmonistas o carmoneras, lanzamiento de seniles paracaidistas y el desembarco del «Fantasmagórico» se han desdibujado. Depresión política y aturdimiento epiléptico acompañan a esta hora a una buena cantidad de vecinos, tan atontados hoy como en otrora lo fueron por los «cantos de ballena» del «Filósofo del Zulia».
La mañana del 10E, en soberbio discurso, Maduro dibujó la agenda y retos para los próximos seis años. Muchos escucharon y anotaron las claves de las contradicciones por sortear y los objetivos estratégicos de la Nación.
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La carterita azul
Otros se distrajeron con los vaporosos vestidos de las asistentes y alguno que otro escote, también con el garbo de ciertos invitados.
Finalmente, un buen número de convidados bostezó sin pudor pensando en la carterita azul.
Ciudad Valencia