Una palabra que ya no suena mucho en Venezuela, pero en el resto del mundo conserva casi intacto su vigor, es la de hoy: camarada.
No hay porqué dudar que camarada es derivado de cámara, voz tomada del latín camera, bóveda, procedente a su vez del griego kamára, así con acento en la segunda A.
Originalmente camarada quiere decir “compañero de cuarto”, por alusión a los soldados obligados a compartir el dormitorio y el comedor en época tan remota como el siglo XVII.
Como bien se sabe, camarada es el tratamiento que suelen darse entre sí los comunistas en gran parte del mundo, con las variantes camarade en francés, comrade en inglés, kamerad en alemán, etcétera.
Son curiosas las excepciones de los comunistas italianos, que prefieren llamarse compagno, los cubanos que se tratan de compañero y la más curiosa de todas, la de los rusos que no conocen sino única y exclusivamente la voz továrich (en realidad se pronuncia tavárisch).
En España tiene tal arraigo la palabra de hoy, que en los años de la Guerra Civil se producirán no pocas confusiones debido a que el tratamiento de camarada lo usan por igual comunistas y falangistas. En España, por lo demás, camarada es palabra de uso común y no propiedad de ningún grupo político.
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Decíamos que en Venezuela ya no suena mucho camarada, pero a decir verdad nunca ha sonado con demasiada fuerza, pues entre nosotros prácticamente aparte de los comunistas, ningún venezolano se anima a emplear otra palabra que no sea el clásico compañero.
Los comunistas venezolanos, por cierto, acuñaron dos variantes cariñosas que todavía se oyen de vez en cuando: cámara y camarita, esta última se aplica especialmente a las mujeres y a los jóvenes.
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Tomado del libro “La palabra de hoy / Programa radial” (Cenal, 2014)
Autor: Aníbal Nazoa González (Caracas, 12 de septiembre de 1928 – Ibíd., 18 de agosto de 2001) poeta, periodista y humorista, considerado «uno de los escritores venezolanos que mejor retrató el siglo XX».
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