Partiendo de los valores e ideas comunes que nos unen, y de nuestras alternativas estratégicas humanitarias, especialmente contra toda ocupación, agresión, hegemonía o violación de los derechos de los pueblos a la independencia, la libertad y la autodeterminación, y viendo la situación tan peligrosa que atraviesa el pueblo palestino en estos días, especialmente en la ciudad ocupada de Al Quds (Jerusalén), debido a la escalada de violaciones y agresiones de la ocupación israelí contra Palestina y su pueblo y el impacto y reacciones populares en rechazo a esta arbitrariedad, así como el levantamiento de las masas palestinas unidas en rechazo a las violaciones cometidas en Jerusalén, ante toda esta situación, urge la necesidad de expresar de manera impostergable nuestra posición de solidaridad y nuestra consternación y enojo por la represión y la agresión continua por parte de la ocupación israelí contra los palestinos.
Israel no se basta con su ocupación, ni con explotar la nefasta decisión del expresidente estadounidense Donald Trump de reconocer arbitrariamente lo que él llamó “Jerusalén, capital de Israel”, en una decisión que contradice todas las normas y leyes internacionales, y hoy, permite a sus colonos extremistas, robar casas palestinas y desalojar a sus habitantes en el barrio de Sheikh Jarraj en la ciudad de Jerusalén, mientras que sus tropas armadas y de seguridad acompañados por los colonos extremistas, asaltan la mezquita de Al-Aqsa, donde los fieles rezan, los golpean y los atacan a balazos, y bombas de gas lacrimógeno y con “aguas residuales” contaminadas, provocando la muerte de jóvenes y la caída de cientos de heridos entre mujeres y hombres jóvenes que luchan por proteger sus hogares y familias, y por defender su simple derecho a la oración, e impiden el acceso de las ambulancias y el socorro de los heridos, eso sin dejar de mencionar el robo de tierras y hogares y el desalojo y desplazamiento de su pueblo palestino originario hasta el día de hoy.
“Israel” es la única entidad en el mundo que viola las santidades del culto religioso, ataca a los creyentes y fieles, y los expulsa de su lugar de oración en público, usando armas, y frente a las cámaras, sin ningún tipo de vergüenza.
Jerusalén es la capital de Palestina, de la humanidad y las religiones divinas. Palestina es sede de los centros religiosos más importantes y sagrados de los cristianos y musulmanes del mundo entero.
Por lo tanto, hacemos este llamamiento a los pueblos del mundo, las élites libres, los intelectuales en defensa de la humanidad, los activistas internacionalistas libres y los medios de comunicación alternativos, honestos y comprometidos con las causas justas de la humanidad, y les exhortamos a lanzar juntos un grito de ira y rechazo a la injusticia de la ocupación israelí, y reiterar nuestra solidaridad con el pueblo palestino y su justa causa en general y con la población de la Jerusalén ocupada en particular, firmando el presente documento.
El pueblo palestino merece vivir como el resto de los pueblos del mundo con independencia, soberanía, libertad, dignidad, justicia y respeto a sus derechos legítimos e inalienables estipulados por las leyes internacionales y los principios de la justicia humana.
Viva la libertad de los pueblos!
11 de mayo de 2021
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