El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, puso la corona de San Eduardo sobre la cabeza del rey ante unos 2 mil 300 invitados, entre ellos un centenar de jefes de Estado extranjeros, como Luiz Inácio Lula da Silva y los reyes de España, Felipe VI y Letizia. Tras colocarle la corona, el arzobispo gritó a la congregación “Dios salve al Rey”, tras lo cual, se escucharon trompetas. La esposa de Carlos III, Camila fue coronada inmediatamente después de un modo similar pero más sencillo.
Sentado en la silla de roble de San Eduardo, considerado el mueble más antiguo del Reino Unido y colocado sobre un piso de mosaico medieval, Carlos III fue coronado tras recibir las distintas insignias reales, que simbolizan las responsabilidades como el jefe de Estado británico hasta el día de su muerte.
Al rey se le entregó el orbe del soberano, que simboliza el mundo; el cetro con cruz, que representa el mundo cristiano; y el cetro de la paloma, símbolo del papel espiritual del monarca.
Ciudad Valencia / VTV