Más de cien personas han muerto en las protestas estudiantiles en Bangladés desde que estalló la violencia el pasado lunes, informaron este sábado fuentes de varios centros hospitalarios del país, mientras rige un fuerte despliegue de seguridad bajo el toque de queda impuesto por el Gobierno.

 

Según la BBC, que cita a los periódicos Prothom Alo y The Daily Star, solo el viernes se registraron al menos 56 muertes.

 

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El sábado no se pudo acceder a las noticias de estos medios ni de otros medios locales, ya que el gobierno cortó en gran medida las conexiones a Internet, teléfono y SMS. Las cifras de víctimas no han sido confirmadas oficialmente.

 

Los disturbios, que tomaron fuerza el pasado viernes, han arrojado ya la cifra de 105 muertos sin que la policía pueda frenar las marchas y evitar el asalto a una prisión, lo que ha constituido un verdadero reto para el gobierno autocrático de la primera ministra Sheikh Hasina, quien lleva 15 años en el poder.

 

«El Gobierno decidió imponer toque de queda», declaró Nayeemul Islam Khan, secretario de prensa de la premier.

 

Por su parte, el jefe de la policía, Habibur Rahman, anunció que «Hemos prohibido todas las manifestaciones, procesiones y reuniones públicas en Daca hoy» para garantizar «la seguridad pública».

 

No obstante, la posición de las fuerzas de seguridad no detuvo otra ronda de enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes en Daca, la extensa megaciudad de 20 millones de habitantes, a pesar de un corte de internet destinado a frustrar la organización de las manifestaciones.

 

El anuncio se produce después de que la Policía de la capital, Daca, tomara la drástica medida de prohibir las reuniones públicas, en un esfuerzo por frenar protestas estudiantiles en Bangladés, añadiendo que la medida era necesaria.

 

Por su parte, Sarwar Tushar manifestante herido durante una protesta afirma con firmeza: «Nuestra protesta continuará».

 

Los manifestantes asaltaron el viernes una cárcel en Narsingdi, a 50 kilómetros de la capital, liberaron a los reclusos y prendieron fuego al edificio. «No sé el número de reclusos, pero serían cientos», indicó un oficial de policía que se mantuvo en condición de anonimato.

 

Volker Türk, Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, condenó la represión, por considerar los ataques «particularmente chocantes e inaceptables»; sobre todo porque al menos 52 personas murieron el viernes en Daca, según datos obtenidos en el hospital universitario de la ciudad.

 

Más de dos tercios de las muertes reportadas esta semana fue por el fuego policial aseguraron  los testimonios del personal del hospital. La fuerza policial notificó por su parte que el pasado jueves los manifestantes incendiaron, vandalizado y emprendieron «actividades destructivas» en numerosas comisarías y oficinas del Gobierno.

 

Entre ellas se encontraba la sede de la televisión estatal Bangladesh Television en Daca, que sigue fuera de servicio después de que cientos de estudiantes indignados asaltaran las instalaciones y prendieron fuego a un edificio.

 

Faruk Hossain, portavoz de la policía metropolitana de Daca, anunció que «Unos 100 policías resultaron heridos en los enfrentamientos (…) Alrededor de 50 casetas policiales fueron quemadas”.

 

Por su parte, los estudiantes protestan al consideran que el sistema de cuotas actual favorece a los hijos de los grupos que apoyan a la primera ministra.

 

 

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Ciudad Valencia/Telesur