Científicos locales de Argentina, descubrieron en 2016, los restos de un gliptodonte en los márgenes del rio Reconquista, en la localidad de Merlo; al cual le detectaron 32 marcas de cortes realizados por humanos hace 21 mil años, lo cual proporciona evidencia de que los humanos llegaron a Sudamérica mucho antes de lo que se pensaba.
A los investigadores les ocupó ocho años de trabajo para alcanzar dichas conclusiones, ya que estas desafían los modelos predominantes que afirman que los primeros humanos llegaron a América a través del Estrecho de Bering.
“Creemos que fue el trabajo de más de una persona”, reveló el antropólogo argentino, Mariano Del Papa, investigador en la Universidad Nacional de La Plata, quien publicó junto a su equipo los resultados en la revista científica PLOS One.
“Es la evidencia más antigua de habitantes de esta región. Probablemente fueron exploradores, poblaciones pequeñas que recorrieron la zona antes de su asentamiento definitivo. Quizás estas personas vieron al animal en problemas y aprovecharon la situación para descuartizarlo y aprovechar su carne”, detalló Del Papa.
Conflicto entre dos teorías
La fecha de la primera entrada de los humanos y posterior dispersión en el continente americano permanece en disputa desde el siglo XIX. Algunos científicos apoyan la teoría del poblamiento tardío, que considera que el ingreso fue hace unos 13 mil o 16 mil años.
Se la conoce también como el modelo Clovis, que recibe su nombre por la cultura que habitó en el norte de México, considerada a mediados del siglo XX la más antigua del continente y conocida por utilizar una técnica muy cuidadosa de tallado de piedras para cazar megafauna que existía en la Edad de Hielo, hace 13 mil años.
En la actualidad, un número cada vez mayor de expertos se orienta por la teoría del poblamiento temprano, la cual asegura que las primeras oleadas migratorias en América tuvieron lugar hace unos 30 mil o 25 mil años. Los modelos difieren en las posibles rutas migratorias; o bordearon la costa del Pacífico o atravesaron los glaciares de Norteamérica, para después esparcirse por Sudamérica.
A pesar de la oposición de los sectores más tradicionales, la evidencia de presencia humana anterior a los Clovis se acumula, entre ellas, huellas humanas fosilizadas en el Parque Nacional White Sands de Estados Unidos, de hace más de 20 mil años; artefactos líticos de hace 24 mil años descubiertos en una cueva en el noreste de Brasil; y mil 900 puntas de piedra de hace entre 18 mil y 26 mil años, encontradas en una cueva en México.
Las marcas fueron hechas con instrumentos líticos
Tras analizar los fósiles, los científicos argentinos determinaron la naturaleza de estos cortes realizados en partes de la pelvis, la cola y la armadura corporal de un animal que medía 1,40 metros de largo, unos 80 cm de alto y pesaba aproximadamente 300 kg.
“Demostramos por medio de análisis morfométricos que las marcas no fueron hechas por el pisoteo de otros animales, ni por roedores o por el la acción carroñera de especies carnívoras”, indicó el cuenta el paleoantropólogo colombiano, Miguel Delgado, investigador de la Universidad de La Plata.
Los cortes, muestran un patrón de distribución particular, como los observados típicamente en los huesos de animales consumidos por cazadores-recolectores en la antigüedad. “Las marcas fueron hechas con instrumentos líticos. Observamos un patrón de corte, marcas secuenciales”, añadió Del Papa.
Para determinar la edad de los fósiles, el equipo envió muestras a Francia. “Las fechamos por carbono 14”, señala el biólogo argentino, Nicolás Rascovan, científico del Instituto Pasteur de París. “Lo que se hace es extraer la proteína del colágeno de los huesos y se estima la cantidad de isótopos de carbono 14 que hay, explicó Rascovan, y detalló que “en este caso, como se había conservado algo de colágeno, dio que tenía entre 21 mil 90 y 20 mil 811 años“.
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Ciudad Valencia / VTV