Según un informe de un experto de la Inteligencia Naval de los EE.UU. el submarino argentino ARA San Juan implosionó el 15 de noviembre a unos 388 metros de profundidad, provocando “la muerte instantánea de toda la tripulación” y la destrucción de la nave, que luego “se hundió”.

 

Bruce Rule, analista acústico de la Oficina de Inteligencia Naval de EE.UU., señaló que mediante el analisis de la señal acústica recogida por los micrófonos hidroacústicos de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO, por sus siglas en inglés), asociada a la desaparición del submarino argentino, confirmó lo que parecía la hipótesis más lógica:

 

“La señal acústica originada cerca de las coordenadas 46.10 grados latitud sur y 59.42 grados longitud oeste a las 13.58 GMT del 15 de noviembre de 2017 fue producida por el colapso (implosión) del casco de presión del ARA San Juan a una profundidad de 1275 pies (lo que equivale a unos 388 metros). La presión del mar al momento del colapso era de 570 PSI (libra-fuerza por pulgada cuadrada)”, reseñó Página12.

 

Submarino ARA San Juan-Ciudad VLC.
El sumergible desapareció mientras se trasladaba desde la costa de Ushuaia hasta Mar Del Plata, en el Atlántico sur, a unos a 432 kilómetros de la costa.

 

Explosión del Submarino fue de 5.700 kg de TNT

El informe de Rule especifica que “la energía liberada por el colapso fue equivalente a una explosión de 12.500 libras, unos 5.700 kilos de TNT”, lo que provocó la muerte inmediata de los 44 tripulantes de la nave, la destrucción total de la misma, provocando que se hundiera verticalmente a una velocidad estimada de entre 10 y 13 nudos (18 a 26 Km/h).

 

 

Submarino argentino-Ciudad VLC.
El sumergible era de fabricación alemana y tenía más de 30 años de servicio.

 

Por otra parte, el ingeniero hidroacústico del Ctbto, Mario Zampolli, había explicado a Página12 que el sonido detectado tenía “las características de una explosión”, ya que “sabemos que no es un sonido que pueda provenir de una ballena o cualquier otro animal, ni tampoco de un terremoto. Descartamos también que sea una explosión nuclear por la magnitud del sonido; las explosiones nucleares son mucho más potentes”.

 

Un dato relevante del informe es la profundidad

Un ex miembro de Tandanor (astillero y taller de reparaciones navales de la Armada Argentina) que participó de la obra de media vida del Submarino Argentino ARA San Juan, consultado por Página12, recordó que durante las pruebas la nave fue llevada a 400 m de profundidad, lo cual había sido “más exigente que las pruebas que se realizaron en el astillero de Río de Janeiro, Brasil, con el submarino ARA Salta, que llegó a una inmersión de 200 metros”.

 

 

Submarino Argentino-Ciudad VLC.
Ex trabajador de astilleros afirmó que estos submarinos no están diseñados para navegar a 400 m de profundidad.

 

El ex miembro de Tandanor indicó que estos submarinos no navegan a una profundidad de 400 metros; se lo había llevado a esa profundidad sólo a modo de prueba. De este dato se deduce que si el submarino colapsó a 388 metros, no estaba navegando a la profundidad habitual, de modo que ya venía con problemas antes de la explosión.

 

Tripulación del submarino murió instantáneamente

El informe de Rule además detalla en relación a la muerte de los 44 submarinistas, que “no se ahogaron ni sintieron dolor alguno. La muerte fue instantánea”.

 

“La tripulación pudo haberse dado cuenta de que un colapso era inminente, pero nunca se dieron cuenta de que estaba ocurriendo”, dado que “el casco de presión fue completamente destruido en alrededor de 40 milisegundos (0.040 segundos)” y “la duración de la fase de compresión fue la mitad del mínimo del tiempo requerido para el reconocimiento cognitivo de un evento”, describió.

 

La Armada no hizo alusión al informe de Rule en su parte de este jueves, publicado en su página web, pero anunció que la búsqueda del submarino argentino continúa “con el buque oceanográfico Yantar de Rusa y la corbeta ARA Spiro”; y que “el aviso ARA Islas Malvinas continúa en la Base Naval Ushuaia realizando tareas logísticas, previas a su zarpada para reincorporarse a la búsqueda con el ROV (vehículo operado remotamente) ruso Panther Plus”.

 

Sebastián Molina/Ciudad VLC/Con información de Página12

 

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