Los Estados miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) rechazan y condenan categóricamente la extensión por un año adicional de la orden ejecutiva número 13851 de 2018, por parte del gobierno saliente de los Estados Unidos, en la que declara a Nicaragua como “una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos”, ocurrida el pasado 22 de noviembre de 2024.
La intención velada de esta reiterada e injerencista Orden Ejecutiva es promover un cambio de gobierno de manera inconstitucional y por la fuerza en Nicaragua. A todas luces, el esquema de criminales e ilegales sanciones impuestas contra el Estado nicaragüense desde 2018, no tiene otro objetivo que generar dificultades y restricciones para el pueblo nicaragüense, con el objeto de facilitar acciones de agresión e intervención por parte del gobierno de los Estados Unidos.
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La Alianza Bolivariana denuncia ante el mundo el ataque continuado de la élite gobernante de Washington contra la República de Nicaragua, bendita y siempre libre, que irrespeta la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, que incluye el derecho a la autodeterminación del pueblo de Sandino y el principio de no injerencia en los asuntos internos.
De igual forma, advierte que precisamente este tipo de decisiones arbitrarias y medidas coercitivas unilaterales son las que constituyen una verdadera amenaza inusual, ilegal y cada vez más ordinaria contra la paz y el derecho al desarrollo de Nicaragua y de decenas de países y miles de millones de seres humanos en todo el mundo. El ALBA-TCP reafirma su apoyo irrestricto y su solidaridad con el pueblo nicaragüense, su Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional y con su Presidente, Comandante Daniel Ortega Saavedra.
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Ciudad Valencia/ ALBA-TCP/VTV
 rechazan y condenan categóricamente la extensión por un año adicional de la orden ejecutiva número 13851 de 2018, por parte del gobierno saliente de los Estados Unidos, en la que declara a Nicaragua como “una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos”.){kind=link}