Los perros también nos dicen como se sienten junto a nosotros, nos hablan constantemente en cada día si sabemos escuchar.
Al igual que los aficionados a la jardinería cuentan que las plantas, si las sabes observar te dicen si quieren más o menos agua, o si están contentas con la luz que les llega o con el lugar de casa que elegiste para ellas.
Nuestros perros han evolucionado para hacerse entender
Nuestros perros a lo largo de la evolución han aprendido a interpretar nuestros gestos y conocer nuestras intenciones. Anticipan si pueden conseguir algo bueno de nosotros por cómo nos movemos y actuamos y también si deben huir o no somos de fiar.
Son conscientes de lo que ven nuestros ojos y de lo que escuchan nuestros oídos.
Son una auténtica máquina de interpretación de nuestras emociones. Su potente olfato, también les ayuda. Ellos son capaces de oler el estrés que sale por los poros de nuestra piel y actuar en consecuencia.
¿Sabemos nosotros interpretar las emociones de nuestro perro?
Existen estudios que indican que los humanos somos capaces de diferenciar lo que nuestros perros quieren decir a través de sus vocalizaciones. Podemos diferencias un ladrido de enfado de otro de alegría.
Sin embargo, habiendo una densidad de perros tan grande en nuestras ciudades, y las carencias que aún tenemos en entender el lenguaje de los perros, no es extraño que ocurran algunos conflictos entre perros que podrían haberse evitado. Incluso que algunas personas resulten mordidas por un desconocimiento del pensamiento del cánido.
Las 3 señales que tu perro emite cada día y su significado
- Sacude todo el cuerpo, como si acabase de salir del baño: Si tu perro durante su paseo, o en casa, se sacude como si acabase de salir del baño, pero sin que esto haya ocurrido…te está diciendo que su cuerpo había alcanzado un nivel de estrés que necesitaba rebajar.
Tu perro está relajando sus músculos y reseteando a cero el “contador del estrés”.
Es una acción positiva pues permite a tu perro liberarse de esa tensión y no acumularla en su cuerpo, lo que podría derivar en una cronificación del estrés y afectar a su salud.
Lo que tienes que tener en cuenta es que la situación o el contexto en que se encontraba previamente a la sacudida, le produjo estrés.
Por ejemplo, si se sacude después de darle un abrazo…o tras cruzarse con un perro.
- Bosteza aun habiendo descansado: Los perros bostezan cuando tienen sueño, pero también ante un momento tenso o incómodo para ellos. Bostezar ayuda a su cerebro a tomar oxígeno. Si tu perro bosteza mucho, podrías necesitar hacer actividades que le relajen y desfoguen con asiduidad para ayudarle a rebajar ese estrés. Además de identificar que factores le estresan para reconducir su día a día y ayudarle.
- Se relame la nariz: Esta señal la puedes observar en un alto porcentaje de perros cuando se cruzan con el tuyo en el paseo. Con ella los perros muestran una ligera preocupación, generalmente ante algo desconocido o que le causa incomodidad. Lamerse la nariz, le ayuda a refrigerarse y afrontar mejor la situación. Pero debes cuidar la interacción si se lame ante la llegada de otro perro, para que ambos estén cómodos y el estrés no suba más de la cuenta.
Que los árboles no te impidan ver el bosque
Es importante qué, aunque aprendas una a una a diferenciar las señales que te da tu perro en su día a día; con la práctica seas capaz de interpretarlas en su conjunto.
Un perro puede haber modificado su lenguaje en función de su individualidad y de sus experiencias. Algo así como adquirir su propio dialecto.
La observación cuidadosa se va a convertir en tu mejor arma para entender perfectamente a tu propio perro, así que ya sabes, observa, aprende y luego me lo cuentas.
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