violencia contra las mujeres

Cuarentena por coronavirus dispara violencia contra las mujeres, por Magaly Zavala

La cuarentena por Coronavirus en decenas de países del mundo ha exacerbado las tensiones dentro de las familias y dispara la violencia de género.

La frase más difundida actualmente, en todos los idiomas, lugares y sistemas de gobiernos del mundo, viene a ser: «QUEDATE EN CASA». Ya ha pasado a formar parte del día a día y de lo habitual en todas las áreas de interacción humanas.

Estas tres cortas palabras encierran una orientación, guía o directriz, en la creación de conciencia y adquisición de conductas individuales y colectivas ante el progresivo ascenso en la propagación del Covid-19 y la imperiosa necesidad de detenerlo.

 

Ahora bien, aun reconociendo la urgencia en la aplicación de ésta medida, es evidente que el encierro prolongado está afectando la cotidianidad y la convivencia en los diferentes grupos sociales, generando un gran estrés, producto de las sensaciones de angustia, tristeza, desconcierto, temor, frustración y ansiedad, creando éstos inesperados sucesos y episodios que amenazan y desmejoran el bienestar físico y psicológico de las personas

Cabe resaltar que las mujeres conforman el grupo social más afectado por dicha medida, ya que han salido a relucir tópicos que se habían mantenido invisibilizados en las discusiones y planteamientos sobre los temas que las afectan. Como por ejemplo la sobrecarga de trabajo doméstico sobre sus hombros y el cumplimiento de las labores remuneradas, lo que indica un doble peso para ellas, siendo más afectada su salud mental en comparación con la de los hombres.

 

Repunte de femicidios

Así mismo, el repunte de femicidios como una forma de violencia de género durante la pandemia y el aislamiento por Covid-19, expresa la realidad de muchas mujeres cuyo encierro se ha transformado en un espacio para la multiplicación de las conductas violentas, o amenazas contra sus cuerpos.

Al aumentar dicho aislamiento y las barreras que dificultan la denuncia, facilita la impunidad y el uso de cualquier tipo de violencia, convirtiendo los hogares en los lugares donde más se han acrecentado los índices de violencia de género, demostrando así la profundización de las precariedades vigentes en los sectores más vulnerables agudizándose las desigualdades estructurales existentes, siendo este el único delito que no ha descendido en este periodo de aislamiento social preventivo.

Los violentos ya no requieren de ningún esfuerzo para aislar a sus víctimas, la pandemia puso a gran parte de la humanidad en confinamiento obligatorio, dejando a las víctimas de violencia doméstica en condiciones de mayor vulnerabilidad, desprotegidas y con menos recursos disponibles para enfrentar esta situación.

 

Confinamiento atrapa a las mujeres y empodera a los agresores

Estudios revelan que tras una catástrofe o desastre los agresores aprovechan las circunstancias en las que se produce una limitación de la movilidad para incrementar la violencia. Hay que ponerse lentes de género para visualizarlo y generar soluciones desde los entes públicos y privados en pro de la preservación del derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad personal.

Diferentes medios periodísticos ofrecen datos sobre la evolución de la violencia de genero durante los días de cuarentena, reseñando aumento de 37% en números de llamadas de atención por violencia de género 64% aumento de ventas y consumo de alcohol, y 61.3% pornografía.

Según la OIT (Organización Internacional del Trabajo), el confinamiento agudiza la crisis del cuidado, aumentado la carga global del trabajo en las mujeres quienes tienen a su cargo el 76.2% de todas las horas de cuidado no remuneradas.

 

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Así mismo sostiene que el 78.4% de los hogares monoparentales están encabezados por mujeres que asumen la responsabilidad económica y de cuidado de niños, niñas y personas adultas, enfermas o con discapacidad

En definitiva se puede apreciar que el confinamiento atrapa a las mujeres y empodera a los agresores, cumpliendo el objetivo principal de la violencia el cual es controlar a la mujer.

 

Magaly Zavala / Ciudad VLC