Hola, cinéfilos, me recomendaron otra que no me gustó ninguna de las tres veces que la vi a medias porque me dormía o la quitaba por lo aburrido que me resultaba: El Día de la Marmota (1993), dirigida por Harold Ramis. De verdad que no me ha gustado su trabajo para nada, solo Ligeramente Embarazada (2007) (que la segunda vez que la vi fue que me gustó) y Al Diablo con el Diablo (2000), del resto me resultan tan aburridas como los actores que escoge. Hice un cuarto intento de ver este film, pero bajo otra perspectiva: buscarle el significado a esta comedia (así me la vendieron otra vez). No haré sinopsis, solo daré mi opinión.
Así que, bueno, arrancamos con “todas las pilas puestas” para ver este exitazo (nótese el sarcasmo), y pues, esto será muy breve. Ver hasta segunda o tercera vez que Phil despierta el mismo día, luego se puede adelantar media hora, ver cómo se va volviendo loco, y ya te puedes ir a los últimos 20 o 30 minutos en donde el tipo triunfa en encontrarle sentido a su vida. Esto no lo hice, pero se podría hacer y no afectaría en nada el desarrollo del mismo.
Phil d
Aunque, ciertamente, sí tiene lo suyo, su mensaje, pues: disfrutar la vida y aceptarte tal como eres. Tal vez (vamos a dar el beneficio de la duda) la jugada de ser tan aburrida y hasta cierto punto cansona, haya sido resultado de eso mismo: dar a entender que la vida de muchos es así de rutinaria, aburrida y cuando haces algo por hacerla diferente no te resulta hasta que te frustras, te agotas, te rindes y empiezas a aceptar las cosas como son, comienzas a interesarte en los demás de manera sincera y a ayudarlos, buscas aprender cosas nuevas… y así hasta empezar a llenarte de emociones y experiencias que necesitabas realmente.
La vida de Phil dio un giro de 180°, uno muy drástico porque era un tipo súper déspota y arrogante, el ombligo del mundo cuando en realidad no era nadie y ni él mismo se aceptaba. Y tardó seis meses (más o menos es el tiempo que menciona en la película) en darse cuenta de eso, muchos pensaran que es poco tiempo, otros lo verán como que es demasiado, pero es justo eso, cómo percibimos nuestra cotidianidad, lo rutinario y quizás aburrido que puede ser nuestro día a día. Muchas veces somos capaces de criticar o detallar esas cosas en otras personas, pero no nos damos cuenta de cómo llevamos nuestra vida.
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Un mensaje muy profundo dentro de una muy aburrida película, como mencioné arriba, no sé si habrá sido a propósito por parte del director o fue una suerte que saliera así (porque medio conociendo sus trabajos, no son los más favoritos para volver a ver un sábado por la tarde). ¿Si la recomendaría? Si les gustan las películas de Harold Ramis o donde salgan actores aburridos… ni modo, sino no, creo que hay mejores muestras para demostrar lo mismo que quisieron aquí, pero de mejor manera.
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Isabel Londoño, egresó de la Universidad de Carabobo (UC) en el área psicosocial, tiene también estudios universitarios en turismo y sistemas.
Es una apasionada de la música y del Séptimo Arte desde que tiene memoria, siendo el cine y sus distintos géneros la pasión a la que ha dedicado más horas y análisis. Sus reseñas sobre clásicos o estrenos del cine aparecen ahora, cada viernes, en Ciudad Valencia desde “El Rincón Cinéfilo”.
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