Siempre se ha pregonado que los estudios y el deporte deben ir unidos en el desarrollo de los niños con el objetivo de lograr un adulto con educación, disciplina, responsabilidad y con valores, aparte del aporte en el hogar.
Pero me ha llamado últimamente la atención, que esto poco a poco se ha ido distanciando, incluso en algunos casos anulando. Tal es el caso que antes las competencias nacionales de categorías menores, se realizaban en el periodo vacacional escolar, en los meses de julio, agosto y septiembre y a veces se aprovechaban las feriados largos de carnaval y semana santa para hacer torneos de corte nacional o zonal.
Esto con el fin de impedir la pérdida de clases regulares, pero resulta que este año esto no se ha tomado mucho en cuenta y hemos observado, también me lo han comentado otras personas, que se han llevado a cabo campeonatos nacionales de categorías menores de disciplinas como el beisbol, baloncesto, voleibol, entre otros, que se han desarrollado en días hábiles de clases.
Será que no hay un ente supervisor o regulador de esta situación y si los hay, porque no están haciendo su trabajo. Es que acaso se está «jugando» a desplazar la educación por el deporte, o apoyar los sueños frustrados de padres y representantes, en ver lograr en sus hijos lo que ellos no pudieron.
Porqué unos padres no escatiman en invertir en la actividad deportiva de su muchacho, pero se quejan de cualquier gasto educativo. Se acuerdan de los internados educativos para niños, bueno ahora han sido reemplazados por los internados de las «academias» de beisbol, pero ese es otro tema que tocaremos luego. Ahí se los dejo!
TBT… El 15 de mayo de 1969, el campocorto Luis Aparicio, de los medias Blancas de Chicago, bateó su hit dos mil en Grandes Ligas.
Primer venezolano y segundo latino, después de Roberto Clemente, que conectó esa cifra de imparables en las Mayores.
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Ciudad Valencia
