Estados Unidos prioriza el petróleo de los árabes antes que la sangre derramada por ellos, afirmó hoy el canciller de Irán, Mohammed Yavad Zarif, como parte de sus críticas a la política exterior de Washington.
Zarif denunció que el gobierno norteamericano califica de acto de guerra los bombardeos contra instalaciones petrolíferas sauditas, pero calla frente a la devastación que vive Yemen desde marzo de 2015 por una intervención militar de una alianza encabezada por Riad.
La participación saudita y sus aliados para reinstaurar en el poder al gobierno expulsado por los rebeldes hutís, causó unos 100 mil muertos, 20 millones de personas con desnutrición y 2.3 millones que padecen cólera, dijo el jefe de la diplomacia iraní.
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Así aludía a declaraciones del secretario norteamericano de Estado, Mike Pompeo, quien responsabilizó a Irán por una operación contra la petrolífera saudita Aramco, pese a que los irregulares yemenitas se adjudicaron el ataque.
El presidente iraní, Hasan Rohani, aseguró que el bombardeo a Aramco constituye una respuesta de los rebeldes hutís a los ataques diarios de Arabia Saudita y sus aliados en Yemen.
Los observadores estiman que la política estadounidense juega la carta de la amenaza iraní para vender más armas a Riad que el año pasado ocupó el primer lugar mundial en compras de tal tipo a la industria bélica norteamericana.
Ciudad VLC/PL