Amigas y amigos, constructores de sueños, forjadores de esperanzas: El pasado 17 de octubre se cumplieron diecisiete años de la fundación del Centro de Nacional de Historia (CNH), hoy Centro Nacional de Estudios Históricos (CNEH), institución auspiciada por la pasión hacia la Historia, su conocimiento y divulgación, que siempre manifestó el presidente Chávez.
A lo largo de estos años, esta institución se ha posicionado como una referencia en la producción y divulgación de una nueva concepción historiográfica orientada a develar de la Otra Historia, esa que teniendo al pueblo como protagonista fundamental, ha sido minimizada, ocultada y menospreciada por la historiografía tradicional, que ha privilegiado siempre la acción de las élites (militares y civiles), los gobiernos y las revoluciones. Partiendo de esto, su otro gran propósito es el rescate y democratización de la Memoria Histórica del pueblo venezolano.
Preguntas capciosas
La historiografía tradicional siempre ha hecho apología de las élites, presentando nuestros procesos históricos como resultado de sus proyectos políticos e ideológicos. Una concepción que ha llevado a destacar la acción de grupos; de personajes: civiles y militares; de gobiernos y revoluciones; y al mismo tiempo, ha ocultado, minimizado y desconocido el papel del pueblo en esos procesos.
¿Habría tenido el mismo desenlace lo ocurrido el 19 de abril de 1810 sin el pueblo congregado en la Plaza Mayor respaldando la solicitud de renuncia al Capitán General Vicente Emparan? ¿López Contreras habría presentado el llamado Programa de Febrero sin la imponente manifestación del 14 de febrero de 1936? ¿La huida de Pérez Jiménez el 23 de enero de 1958 se habría producido sin el respaldo imponente de la población a la huelga decretada el día 21? Las preguntas, aunque capciosas, ponen de relieve un aspecto: sin la participación popular quizás estos hechos no habrían ocurrido o habrían sido diferentes.
Entonces, ¿por qué nuestra historiografía ha ocultado esos protagonismos? ¿Por qué nuestros procesos históricos han sido presentados como el resultado de la acción de élites y personajes destacados? Aunque podría haber varias respuestas, quizás una de ellas tiene que ver con la intencionalidad que ha orientado la producción historiográfica. Se preguntaba el Maestro Federico Brito Figueroa: “¿Neutralidad en la historia? No, no la hay ni siquiera en la selección del tema a investigar y mucho menos en la reconstrucción del pasado o interpretación del presente.”
La historiografía tradicional ha sido escrita bajo concepciones eurocéntricas que han negado e invisibilizado el carácter protagónico del pueblo en nuestro devenir histórico. Desde el CNEH se procura presentar otra visión. La que partiendo de una perspectiva decolonial intenta mirar los mismos hechos no desde la visión del fuerte, del dominante, a través de sus conceptos y categorías; sino desde el horizonte de los sectores históricamente desfavorecidos, los oprimidos, los desclasados, los nadie como decía Eduardo Galeano.
Un meme hecho viral, en el que se cuestionan las políticas neoliberales aplicadas al pueblo argentino por estos días, puede graficar mejor el planteamiento en relación a desde dónde miramos y escribimos la historia. Dice el meme: “Mira, es muy simple… Cuando dicen “todos vamos a estar bien”, “todos” son ellos… Y cuando dicen “no alcanza para todos”, “todos” somos nosotros”. El lugar de enunciación, el punto referencial desde donde nos aproximamos a los hechos del pasado determina el tipo de historia que se hace.
Cambiar la Historia
Todo lo anterior remite a una de las acusaciones que con más frecuencia se hacen al CNEH, al Centro de Estudios Simón Bolívar (CESB), a la Red de Historia, Memoria y Patrimonio y al Movimiento de Historia Insurgente, la de querer cambiar la historia para presentar una historiografía apologética que se compagine con la concepción ideológica de la Revolución Bolivariana. A la acusación es posible responder desde un principio básico: el pasado es inmodificable. Decía el pensador griego Agatón:“ni siquiera Dios puede cambiar el pasado”.
La Historia no cambia, eso es una verdad absoluta. Pero siempre es compleja y en ella intervienen múltiples factores, protagonistas, intenciones, proyectos; por lo tanto siempre será posible mirarla desde otros enfoques, perspectivas y visiones. Estudiarlos y contar la historia desde esas miradas no implica cambiarla, sino intentar aproximarse a la otra cara de la historia, la que ha sido generalmente ignorada por la historiografía.
Lo que se pretende es presentar la visión del pueblo invisibilizado, ignorado y ausente de la narrativa historiográfica tradicional, un pueblo que con su acción, trabajo y participación protagónica, ha contribuido a forjar nuestros grandes acontecimientos históricos. A esa perspectiva, grosso modo, la llamamos Historia Insurgente.
Visto en esta dimensión, los protagonistas de nuestra historia se multiplican. Ya no solo están referidos a los grandes personajes. El pueblo en sus diversas expresiones también lo es. Uno de los proyectos impulsados por el CNEH desde su creación se llama “El Pueblo Cuenta su Historia”. Su propósito es escribir la historia de comunidades y localidades desde la propia visión de sus habitantes. Es una forma de mirar el protagonismo de esos sectores en la formación y consolidación de los espacios donde habitan, para resaltar que la historia de todas esas comunidades, sus aportes y procesos terminan configurando, dando forma y ayudando a comprender y explicar la historia nacional.
Para contribuir con esa tarea se promovieron publicaciones como la revista Memorias de Venezuela y el Diccionario Memorias de la Insurgencia, este último producto de una labor de investigación en fuentes que guarda el Archivo General de la Nación (AGN), ha permitido mostrar un gran número de hombres y mujeres a quienes se les siguió durante la colonia juicios en las llamadas Causas de Infidencia. Estos procesos judiciales, mirados desde otra perspectiva, permiten cuestionar la tesis, propagada por cierta historiografía, de una colonia apacible, devota del Rey y satisfecha con el orden colonial.
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Durante estos diecisiete años la contribución al debate historiográfico del CNEH ronda el centenar y medio de publicaciones, además de la promoción constante de foros, conversatorios y congresos que hacen parte del esfuerzo por democratizar la memoria histórica.
En este decimoséptimo aniversario vaya nuestro reconocimiento y felicitación a su actual presidente, el profesor Omar Hurtado Rayugsen, y a todo su meritorio y destacado equipo; así como a quienes en el pasado presidieron esta importante institución, los profesores Pedro Calzadilla Pérez, Luis Felipe Pellicer, Alexander Torres Iriarte y Alexis Corredor.
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Ángel Omar García González (1969): Licenciado en Educación, mención Ciencias Sociales, y Magister en Historia de Venezuela, ambos por la Universidad de Carabobo, institución donde se desempeña como profesor en el Departamento de Ciencias Sociales de la Facultad de Educación. En 2021 fue galardonado con el Premio Nacional de Periodismo Alternativo por la Columna Historia Insurgente del Semanario Kikirikí. Ganador del Concurso de Ensayo Histórico Bicentenario Batalla de Carabobo, convocado por el Centro de Estudios Simón Bolívar en 2021, con la obra “Cuatro etapas de una batalla”. Es coautor de los libros “Carabobo en Tiempos de la Junta Revolucionaria 1945-1948” y “La Venezuela Perenne. Ensayos sobre aportes de venezolanos en dos siglos”.
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