El cuckolding, se refiere a la fantasía o práctica sexual en la cual un hombre disfruta observando a su pareja manteniendo relaciones sexuales con otra persona, o bien, simplemente, escuchando el relato de cómo se ha producido el encuentro sexual extraconyugal.
El término proviene de la palabra cuckold, que, históricamente, se utilizaba para describir a un hombre cuya esposa le era infiel.
Aunque la fantasía de cuckolding lleva existiendo desde tiempos inmemoriales, su popularidad ha aumentado en los últimos años, quizás, potenciada por la desinhibición y sexual y la accesibilidad a contenido erótico y pornográfico a través de internet.
Está práctica implica una complejidad psicológica que va más allá de la simple excitación sexual. Para algunos, la práctica puede estar relacionada con la sumisión y la humillación erótica, donde el hombre se siente excitado al ser testigo de la superioridad sexual de otro individuo.
El cuckolding, como cualquier práctica sexual, requiere un claro entendimiento y consentimiento entre los participantes. Establecer límites, comunicarse abierta y honestamente sobre las expectativas y preocupaciones, y respetar las necesidades y deseos de todos los involucrados son elementos cruciales para garantizar que la experiencia sea positiva y consensuada.
Algunas parejas encuentran que esta práctica fortalece su conexión emocional y sexual, al tiempo que les brinda la oportunidad de explorar nuevas dimensiones de su intimidad compartida. Sin embargo, es fundamental destacar que el cuckolding no es para todos, y lo que funciona para una pareja puede no ser adecuado para otra.
También es importante aclarar, porque a menudo se confunde el cuckolding con otras modalidades sexuales entre las parejas que practican sexo con otras personas, además de con la pareja habitual, de manera consentida. El cuckolding no es lo mismo que el concepto de pareja abierta ni el de poliamor.
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