El Poliamor

El Poliamor se trata de una orientación relacional que plantea la posibilidad de establecer múltiples relaciones afectivas, eróticas, de intimidad y compromiso de manera consensuada entre todas las personas implicadas en la relación.

Se puede amar y establecer una relación amorosa con más de una persona a la vez, siempre que se haga de forma honesta y negociada, buscando el disfrute y bienestar de las personas involucradas y construyendo acuerdos que se adapten a las necesidades de todas ellas.

 

¿Qué no es una relación de poliamor?

En las relaciones abiertas, los miembros de la pareja acuerdan que pueden mantener relaciones eróticas con personas ajenas a la relación, pero también acuerdan que debe darse una exclusividad afectiva; es decir, no establecen relaciones amorosas con otras personas.

Las relaciones abiertas son relaciones no monógamas, pero no son relaciones poliamorosas, ya que en el poliamor la clave está en el establecimiento de vínculos amorosos con más de una persona, independientemente de si se mantienen relaciones eróticas.

Al igual que existen parejas monógamas que no mantienen encuentros sexuales, puede haber vínculos poliamorosos en los que tampoco los haya.

 

También debemos diferenciar poliamor de poligamia (matrimonio de un hombre con varias mujeres) o poliandria (matrimonio de una mujer con varios hombres).

El poliamor no hace referencia únicamente a una estructura en la que una sola persona tiene varias relaciones y tampoco hace referencia al matrimonio en sí mismo, si no a la opción de amar a las personas que se quiera de la manera en que se quiera, sustentando la relación en la honestidad, el compromiso, la confianza, la comunicación y el respeto.

Los modelos de pareja están cambiando. Estructuras familiares y afectivas que hace pocas décadas se veían con malos ojos o estaban marcadas por el estigma social (familias reconstituidas, monoparentales, homoparentales, sin hijos, convivientes pero no casadas, etc.) se perciben ahora con naturalidad, como parte de la  diversidad con la que se relaciona el ser humano.

 

Sin embargo, todavía queda mucho por hacer respecto a la visibilización y comprensión de las relaciones poliamorosas. Actualmente, se sigue igualando poliamor con promiscuidad, provocando que muchas personas poliamorosas se sientan obligadas a ocultar su orientación relacional en el ámbito laboral, familiar, etc. para no cargar con este estigma.

Además, la falta de referentes poliamorosos a nivel cultural deja a las personas sin guías para aprender a manejar este tipo de relaciones.

Desnaturalizar el modelo monógamo, sustentado en el amor romántico, implicará nuevos aprendizajes con los que tomarle la temperatura a las propias necesidades y decidir de manera consciente y elegida el tipo de relación que nos reporta más bienestar, ya sea a través de relaciones monógamas o no monógamas.

 

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Ciudad Valencia / Cuidate Plus