Un sabotaje en la infraestructura ferroviaria española, provocado por el robo de cables de cobre, ha generado graves afectaciones en el servicio de trenes de alta velocidad en el itinerario Madrid-Andalucía, impactando a más de 10 mil pasajeros.
La alteración en las vías obligó a reducir la velocidad de los trenes a 40 kilómetros por hora en lugar de los habituales 300 km/h.
El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, afirmó que el robo de cable, ocurrido en zonas sin cámaras de vigilancia, parece ser un acto deliberado.
“Sabían lo que hacían, no había cámaras y era un tramo crucial para la circulación, justo en el momento del fin del Puente de Mayo por los feriados”, declaró Puente a medios radiales.
El robo afectó aproximadamente 150 metros de cable en ambos sentidos, dentro de un radio de 10 kilómetros en la provincia de Toledo.
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La pérdida económica, estimada en 1.100 euros, contrasta con las graves interrupciones que sufrió el servicio ferroviario, afectando a 10.700 viajeros.
Ante la situación, equipos de seguridad del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) y la Guardia Civil se personaron en la zona para recabar pruebas y elaborar un informe sobre el incidente.
Este sabotaje se suma a otros problemas recientes en la infraestructura española, incluidos apagones y fallos en el servicio. La oposición, liderada por el Partido Popular (PP), ha criticado la gestión del Gobierno y ha utilizado el incidente para cuestionar la administración de los recursos públicos.
Ciudad Valencia / AVN