La gestión de Bolsonaro ante el Covid-19 acelera su destitución en Brasil, luego que la Comisión del Senado que supervisa su gestión gubernamental ante el Covid-19 (CPI) anunció que comunicara a la Corte Suprema de Brasil sobre delitos del presidente brasileño que son suficientes.
«No hay situación más grave que la escuchada hasta ahora. No hay, en la historia de las comisiones parlamentaria de investigación, en la dos circunstancias de imprachment (juicio político) que tuvimos en la época republicana desde 1988, algo tan grave», afirmó el vicepresidente de la CPI, Randolfe Rodrigues.
Rodrigues precisó que existen pruebas suficientes para deponer a Bolsonaro; y prueba de ello han sido las declaraciones del diputado federal Luis Miranda y su hermano, Ricardo Miranda, funcionario del Ministerio de Salud, con respecto a las irregularidades en la compra de Covaxin, vacuna anti-Covid-19 del laboratorio indio Bharat Biotech, reseña Prensa Latina.
Ricardo Miranda denunció que recibió en marzo pasado presiones atípicas de superiores de esa cartera para aprobar un contrato de obtención de Covaxin y presentó mensajes recibidos con el apremio diario de directores y de una empresa para tal adquisición.
Anteriormente, el jefe del Departamento de Importaciones del ministerio dialogó con la Fiscalia Federal, quien también investiga el caso e identificó sospechas de delito y riesgo sanitario en la operación.
Gestión de Bolsonaro cada vez más en picada
«Con la llegada de los hermanos Miranda, habilitamos la CPI de este gran día. Avanzamos en relación con esas tesis contenidas en el plan de trabajo y entramos en esta parte del desvío de dinero público, en beneficio personal», evaluó el relator Renan Calheiros.
En su novena semana de alegatos, la CPI evalúa el desempeño del Poder Ejecutivo ante la Covid-19 que hasta la fecha ha cobrado 513 mil 474 vidas y 18 millones 410 mil 598 contagios.
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Ciudad VLC / AVN
