Este año la programación incluye cuatro largometrajes, a saber el documental Semblanza, de Alberto Arvelo, con el cual se inauguró la muestra; Hijos de la sal, de Luis y Andrés Rodríguez; Maracaibo, de Orangel Lugo; y Papita, maní, tostón, de Luis Carlos Huek.
Asimismo, estuvieron presentes tres cortometrajes, como lo son: Harina, de Joanna Nelson; La mora y el cocuyo, de Iasías Pérez; y El galón, de Anabel Rodríguez.
Todas estas películas de nuestro cine venezolano se presentan en idioma original con subtítulos en japonés.
Al igual que en su primera edición, realizada en 2018, El festival de cine venezolano en Japón de este año ha superado las expectativas de su equipo organizador debido a la cálida acogida del público local.
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«Sabemos que son tiempos difíciles para todos y lo más importante es mantenernos a salvo. Por eso decidimos ofrecer una opción para disfrutar en casa. Y lo más importante es que con la compra de la entrada se colaboró con la Fundación Amigos del Niño con Cáncer de Venezuela», expresó Luza Medina González, directora general de la iniciativa, citada en nota de prensa del evento.
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El Festival de Cine venezolano en Japón es organizado de forma independiente por jóvenes venezolanos residenciados en Japón y es apoyado por la red social de cultura Uriji, indica la página web del evento.