A propósito de la Mención Especial que recibiera el suplemento «100 Años de Humor y Amor« en la 79° edición del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar 2021, el pasado 22 de junio, hoy les presentamos la semblanza de Joan Manuel Planas Gazuí, responsable del diseño gráfico de esta creación en honor al centenario del gran Aquiles Nazoa que tanto ha enorgullecido al Diario Ciudad Valencia.
Al igual que el caricaturista Juan Carlos Fernández, el humor y amor de Nazoa también conmovieron a Joan Planas, aunque como él nos confiesa, antes de esta experiencia del suplemento para conmemorar el centenario del gran poeta caraqueño, era poco lo que conocía de él, así que fue fascinándose cada vez más con su obra al paso en que iba armando textos e ilustraciones para honrar al Cantor de la Cosas más Sencillas.
Por cierto, Joan Planas también es un excelente dibujante, y en dos ocasiones en particular, en que hubo necesidad de ilustraciones originales para dos textos de Nazoa, él se lució ilustrando «La historia de un caballo que era bien bonito» y «Jefatura de pueblo».
Pero dejemos que sea él quien tome la palabra para respondernos a estas tres interrogantes principales:
1.- Sus orígenes y formación como diseñador gráfico, 2.- Sus particulares impresiones al momento de asumir este reto de diseñar este suplemento para honrar la vida y obra de Aquiles Nazoa, y finalmente 3.- Cuáles fueron sus pensamientos al momento de enterarse de que ese esfuerzo del Diario Ciudad Valencia se había hecho merecedor de una Mención Especial en el Premio Nacional de Periodismo…
Los orígenes de un aspirante a artista plástico
Nací en la parroquia San Blas, Valencia, el 25 septiembre de 1978. Me gradué de TSU en Diseño Gráfico en el Instituto de Tecnología Antonio José de Sucre, fue en el año 2002. Aunque al principio mi meta era estudiar en la Escuela de Artes Plásticas, mis padres me convencieron para que sacara la carrera de diseñador… No estaba tan convencido, pero fue una decisión de la cual no me arrepiento, y ahora, cuando hago un balance de estos últimos años, mucho menos.
Cuando salí del instituto mi primer trabajo fue haciendo rotulaciones y publicidad exterior en un pequeño negocio en la Av. Carlos Sanda. No fue el gran comienzo que quería, pero me iba a dar la experiencia laboral que necesitaba, allí duré solo unos meses. Decidí irme y empecé inmediatamente a trabajar con otra pequeña empresa que hacían el mismo tipo de actividad, quedaba en la Av. Aranzazu.
Con ellos pasé dos años trabajando y pude lograr la experiencia que necesitaba para encontrar mejores condiciones laborales. Sabes, te cuento algo que creo fue lo que marcó un antes y un después para mí. Mi papá tiene un amigo que había montado una imprenta en San Diego, fue cerca del año 2000, su nombre es Ramiro Royero y la manejaba su sobrino que también era diseñador.
Recuerdo que Ramiro siempre invitaba a mi papá a la imprenta y le decía para que yo trabajara allí después de graduarme, por alguna circunstancia nunca lo hice. Pero ese contacto increíblemente fue mi inicio para empezar a conocer ese mundillo que siempre me llamaba la atención y el que no había tenido la oportunidad de trabajar.
Te comento algo que siempre recuerdo fue mi primer trabajo de diagramación, fue un periodiquito llamado: Opción Obrera, lo editaba otro amigo de mi papá, José Capitán, el periódico se lo diagramaba y se lo imprimía el sobrino de Ramiro. Un día estábamos allá [en la imprenta] y él me preguntó si yo podía hacer los siguientes números del periódico, porque él no podía, ya que la imprenta le estaba quitando mucho tiempo.
Bueno, yo no estaba tan seguro de hacerlo, pero al final dije que no había problemas, aunque yo no tenía nada de experiencia en la diagramación de un periódico, estuve casi tres años trabajando con publicidad exterior y solo sabía lo que había aprendido en el instituto de diseño con los proyectos asignados entre el tercer y cuarto semestre.
Aunque su diseño no era en sí un periódico, parecía más bien el de un Magazine (risas), lo diagramé hasta al número 33, y esa experiencia me convenció que mi futuro estaba en trabajar con publicaciones editoriales.
Luego tuve la suerte de entrar a “El Medio” por allá en 2007, fue mi primera vez diagramando un periódico con todas sus directrices, y donde pude explotar mucho más mis habilidades, no solo como diagramador, sino que por primera vez pude demostrar mis destrezas como dibujante y caricaturista. Desde pequeño siempre me interesé en el dibujo, recuerdo que siempre tenía conmigo una cajita de colores, un block y pintaba cualquier cosa que se me ocurriera.
Siempre me gustaron los dibujos animados y el comic, todavía los disfruto, sobre todo la animación japonesa, de la cual me ha influenciado bastante. Aunque nunca estudié en ninguna escuela de arte, me fui puliendo de manera autodidacta, hasta que llegué a un nivel bastante bueno. En el instituto te enseñan técnicas de dibujo, pero no es lo mismo, apenas te dan nociones, ya que no es una escuela de arte… donde aprendes todas las técnicas, pules tus dibujos y creces como artista. También me gusta leer y ver películas, eso muchas veces me ayuda cuando me falta inspiración para diseñar…
Mi pasión por el dibujo no ha cambiado para nada, cuando tengo algo de tiempo busco papel y lápiz, y dibujo lo primero que me salga en mente, no sé cuántos bocetos tengo hechos de proyectos que quiero hacer, espero que pronto pueda concluir alguno, pero siendo sincero en realidad nunca tomé esta habilidad para vivir de ello, pero si me ha sacado las patas del barro muchas veces, como decimos popularmente.
Ciudad Valencia cerca de casa y del corazón
Empecé a trabajar en Ciudad Valencia en enero de 2019. Esa en una historia un poco cómica, pero ese cuento quedará para después, solo te puedo resumir lo siguiente, me había interesado trabajar aquí por varios motivos. Cuando comenzó a ponerse difícil la situación en el país quedé desempleado y duré un año sin trabajar, solo hacía cosas puntuales, y no todo el tiempo.
Yo trabajaba en una empresa familiar donde les prestábamos varios servicios a las imprentas, entre ellos el Diseño Gráfico, del cual yo me encargaba personalmente; traté de sostenerlo, pero la coyuntura nos obligó a cerrar a finales de 2017. Todo el 2018 la pasé deambulando y buscando donde trabajar, era difícil porque muchos de mis clientes cerraron sus imprentas y otros se habían ido del país, eso me dejó en una situación difícil.
Fue entonces cuando apunté a Ciudad Valencia para probar suerte, primero, quedaba cerca de mi casa y, segundo, no tenía que tomar un transporte para llegar. Quiero agradecer a Milagros Rojas que trajo mi curriculum, sin su apoyo no lo hubiera conseguido. Para diciembre de ese mismo año recibí la llamada de Mónica Llovera (jefa de Redacción), a quien también le agradezco mucho haberme tomado en cuenta, para que viniera al periódico a hacer una prueba, y bueno para el 15 de enero comenzó mi travesía como nuevo diagramador de Ciudad Valencia, y donde he podido sacar todo mi potencial como diseñador gráfico.
También quiero agradecer al presidente del Cebac, Luis Salvador Feo La Cruz, por creer en mí talento; también a Vladimir García (coordinador de Diagramación) y a Ramón Núñez (coordinador de edición) por darme su confianza y apoyo.
100 Años de Humor y amor en cuarentena radical
Cuando comenzó la pandemia del Covid el año pasado y declararon la cuarentena radical, era marzo si no me equivoco, te cuento que fue un momento de mucha incertidumbre, veníamos ejerciendo nuestra actividad diaria como siempre y luego te la cortan así, sin más. Ya tenía como un mes en mi casa y me estaba aburriendo sin hacer prácticamente nada, solo algunas tareas que Mónica me asignaba y matando el tiempo tratando de inventarme un proyecto personal.
A mediado de abril cambió mi vida nuevamente, la jefa me llamó para darme la noticia de incorporarme al trabajo, y allí Luis Salvador nos reunió a Ramón y a mí para iniciar el proyecto de hacer un suplemento, el tema era honrar los 100 años de Aquiles Nazoa, quien también iba a ser homenajeado en la FILVEN de ese año y así la empresa podía empezar a producir algo nuevamente, ya que el periódico no iba a circular por un buen tiempo. Para mí fue un escape, era salir de la cuarentena y sentirme útil nuevamente.
Cuando quedó todo claro de cómo se tenía que desarrollar el proyecto, te digo, me pareció genial, prácticamente este iba ser mi primera asignación importante desde que entré a Ciudad Valencia, no solo como diagramador, sino como diseñador gráfico, tenía que crear todo el suplemento, diagramar el cuerpo interno, escoger los colores, la disposición de las fotos y los textos, los encabezados y las ilustraciones, tratamientos fotográficos y cómo iban a ser el estilo de las portadas y contraportadas, y fue allí fundamental el trabajo de Juan Carlos Fernández, que hizo una ilustraciones y viñetas para enmarcar.
Así que también pude aprovechar esta oportunidad para dejar mi sello y mi estilo como diseñador, y eso es algo de lo que me siento orgulloso.
Y así para el 17 de mayo salió el primer suplemento publicado. Sinceramente yo en particular no conocía mucho de la obra de Aquiles, solo unas pocas referencias en mi época de estudiante. Prácticamente para mí era una figura cuasi desconocida, hasta que empecé a leer sus libros para escoger qué saldría en cada número del suplemento, también me hice una imagen por lo que mandaban los colaboradores que escribieron sobre el Ruiseñor de Catuche, algunas historias inéditas de los que fueron sus amigos cercanos, y las de aquellos que lo conocieron a través de sus poemas, sus cuentos y sus obras de teatro; me hizo darme cuenta del porqué en la escuela nunca nos enseñaron sus obras completas, no les interesaba despertarnos…
Leer Humor y Amor… bueno de allí salió el título del suplemento…, debería ser de lectura obligatoria en las escuelas; así como con las grandes obras literarias… las obras de Aquiles deberían tener su lugar de honor y ser difundidas también.
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No solo a mí me pasó, creo que todos los que leen a Aquiles por primera vez les cambia la vida y tu modo de ver a la sociedad y su entorno. Te digo que fue todo un placer y cómo lo disfruté, de verdad, eso hizo que me esmerara mucho más en hacer un buen trabajo en cada número del suplemento. No dejé nada al azar, todo lo planeé y salió exactamente como yo quería, lástima que solo pudimos hacer ocho números, me hubiese gustado llegar a los doce números y cerrar el ciclo allí, pero en tiempo de pandemia, creo que hicimos bastante con los pocos recursos que teníamos.
Al final me siento satisfecho de haber sido uno de los protagonistas de este proyecto y haberlo hecho bien.
Una Mención Especial para felicitarnos todos
Ese día fue gracioso para mí, 23 de junio, cumplían años mi hermano y de casualidad también Mónica, y cuando llegué a la sede le pasé un mensaje deseándole feliz cumpleaños, y te digo que me pareció gracioso por lo siguiente, ella me devuelve el mensaje, no solo agradeciéndome por el gesto, sino que también me felicita ¡eso me pareció raro!, y le pregunto ¿por qué las felicitaciones?, ¡yo no cumplía años!, y allí es cuando ella me dice que el suplemento obtuvo una mención en el Premio Nacional de Periodismo.
Esto me dio mucha alegría, de verdad, este suplemento que hicimos en Ciudad Valencia no solo era para recibir una Mención Especial, era para recibir un premio mayor, todo lo que pasamos para hacerlo no fue fácil, el trabajo que hizo Ramón para activar y coordinar a todos los colaboradores fue intenso y fue el más importante; ellos nos enviaron sus maravillosos artículos a tiempo y todo de manera online, ya que nadie podía venir a la sede por motivos de bio-seguridad, demostrando su compromiso por la causa, eso no se vio y no se supo desde fuera, pero bueno, al final cumplimos y dejamos en alto el nombre de la empresa para siempre y con un material único e inédito.
Felicitó a todos los involucrados por su ardua labor, incluyéndome, claro, y espero que este no sea el único proyecto, ojalá que nuevamente enviemos al concurso otro trabajo y que esta vez sí nos traigamos la victoria.
Ciudad VLC / Redacción
