La palabra de hoy es absolutamente indispensable a ambos lados del mostrador de cualquier comercio y, aunque en términos generales se supone que está muy relacionada con la amistad, hay muchos comerciantes para los cuales es casi sinónimo de enemigo, y consumidores para quienes es sinónimo de víctima. Como ya lo habrán sospechado, se trata de la palabra cliente.
Cliente, del latín cliens, clientis, y su derivado clientela son palabras que provienen directamente del Derecho Romano. La primera acepción de cliente que figura en el diccionario académico es “persona que está bajo la protección o tutela de otra”.
La idea corresponde exactamente a la de los romanos, pues en la antigua Roma al lado de cada familia patricia existía cierto número de personas agrupadas bajo la protección del jefe, que era su patrón.
Esas personas eran precisamente los clientes, a quienes el patrón debía socorro y asistencia y además asumir su defensa en justicia y asignarles gratuitamente tierras para que las cultivaran y vivieran de su producto, a cambio de los cuales los clientes le debían respeto y abnegación.
DISFRUTA TAMBIÉN: LA PALABRA DE HOY: CLAUDICAR, POR ANÍBAL NAZOA
La clientela –o sea el conjunto de los clientes– es una institución cuyo origen no está del todo claro, aunque sí se sabe que en los primeros tiempos de Roma las únicas clases que existían eran los patricios y los clientes; después aparecerán los plebeyos, que formarán la plebe, en latín plebs.
Cliente como sinónimo de parroquiano, o persona que suele comprar habitualmente en determinado establecimiento, es moderno. Y el aforismo comercial: “El cliente siempre tiene la razón”, tan viejo como dudoso. La razón no siempre es del cliente, sino más bien de los abogados.
***
Tomado del libro “La palabra de hoy / Programa radial” (Cenal, 2014)
Autor: Aníbal Nazoa González (Caracas, 12 de septiembre de 1928 – Ibíd., 18 de agosto de 2001) poeta, periodista y humorista, considerado «uno de los escritores venezolanos que mejor retrató el siglo XX».
Ciudad VLC
