La palabra de hoy es, después de la que significa Dios, una de las más sagradas para una buena parte de la humanidad: hostia.
Para explicar el origen y significado de la palabra hostia es indispensable recordar que para los católicos la Misa es un sacrificio, un sacrificio incruento en el que el sacerdote ofrece a Dios el cuerpo y la sangre de Jesucristo en dos especies, el pan y el vino. La hostia es, pues, el pan de la Eucaristía, de la cual, por cierto, hablaremos en otra ocasión. Se trata de una oblea muy delgada de pan ázimo, es decir sin levadura, confeccionada especialmente para el uso religioso en dos tamaños: la mayor que el sacerdote presenta junto con el cáliz y la menor que los fieles toman en el acto de la Comunión.
Hostia es una palabra latina que significa víctima, más exactamente “víctima del sacrificio”.
En la Misa, Jesucristo es la víctima de un sacrificio incruento, por oposición a los del paganismo, en los que sí corre la sangre.
Todo lo dicho se refiere, por supuesto, a la hostia consagrada, pues también se llama hostia a cualquier oblea hecha para comer preparada con masa batida con azúcar, leche, huevos y sustancias aromáticas.
Aunque el asunto es algo delicado, no podemos dejar de mencionar cierta exclamación típicamente española de carácter decididamente sacrílego, que aunque es muy fuerte no es considerada propiamente como una mala palabra porque, claro, no puede serlo por duro que sea el acento con que se pronuncia, aparte de que en el fondo no es sino expresión de la profunda religiosidad del pueblo español: ¡hostias!
Y que la Iglesia nos perdone.
La palabra de hoy: "HEREJE", por Aníbal Nazoa
Tomado del libro “La palabra de hoy / Programa radial” (Cenal, 2014)
Autor: Aníbal Nazoa González (Caracas, 12 de septiembre de 1928 – Ibíd., 18 de agosto de 2001) poeta, periodista y humorista, considerado «uno de los escritores venezolanos que mejor retrató el siglo XX».
Ciudad Valencia – LSFLC
