Hola, amantes del séptimo arte. Este vez les traigo una película que tenía tiempo en mi lista de pendientes, pero que no había podido ver por falta de tiempo, pero estoy de vacaciones y ayer mi esposo se tomó un día libre en el trabajo y nos vimos esta perlita: Run (o Corre, por su traducción al castellano), del director Aneesh Chaganty y protagonizado por la maravillosa Sarah Paulson, con el debut de Kiera Allen, destilando pura genialidad.
Siempre (por si no lo han notado) me han llamado la atención los thrillers psicológicos o que tengan que ver con el tema, ¡y vaya que me he visto varios!, pero hasta ayer, esta es por mucho una de las mejores muestras ligada con la psicología. Me tenía al borde del desespero y a cada momento me encontraba respirando con dificultad.
¿De qué va Run…?
Nos encontramos con una madre abnegada y devota (Diane) un tanto peculiar, ha cuidado y educado en casa a su hija enferma desde que nació y ya es hora de ir a la universidad, pero Chloe (la hija) empieza a tener la sensación de que algo no va bien y cuando descubre la verdad, todo su mundo da un vuelco. Pero no es solo eso, desde el primer instante en que se entera de una de las tantas mentiras, se viene una lluvia de más secretos descubiertos que no sabes si gritar o querer salir corriendo como Chloe, es muy desesperante y eso lo supieron aprovechar; aunque debo confesar que el comienzo me resultó un poco escueto y apresurado para dar entrada a la trama de verdad, pero es casi imperceptible.
Realidad vs ficción
No siempre se escapa de la “ficción”. Este film se inspira un poco en una historia real, en la vida de Gypsy (hija) y Dee Dee (madre) Blanchard. Descubrimos poco a poco cómo se va formando este síndrome de Munchausen por poderes, cómo pueden verse las facetas de los involucrados y, por supuesto, el desenlace que da esa sensación de fresco alivio.
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El director supo jugar con la narrativa y sus personajes a la perfección, cuidó mucho de cada detalle (apartando el pequeñito que les comenté arriba) y logró llegar a los sentidos de los espectadores, o por lo menos a nosotros; literal, habían momentos en que hasta empezaba a sudar, tiene mucha tensión.
Y a pesar de que el reparto es pequeño, cada uno cumple su papel muy bien. Así que fácil podría convertirse en una cinta para ver una noche de frío con un par de hamburguesas y mucho refresco que ayuden a pasar algunos momentos en donde falta el aire, así que como acostumbro a decirles: ”Si no la han visto, véanla y, si ya la vieron, vuélvanla a ver que no tiene pérdida de nada.
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Isabel Londoño, egresó de la Universidad de Carabobo (UC) en el área psicosocial, tiene también estudios universitarios en turismo y sistemas.
Es una apasionada de la música y del Séptimo Arte desde que tiene memoria, siendo el cine y sus distintos géneros la pasión a la que ha dedicado más horas y análisis. Sus reseñas sobre clásicos o estrenos del cine aparecen ahora, cada viernes, en Ciudad Valencia desde “El Rincón Cinéfilo”.
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