Un grupo de investigadores venezolanos dedicados al estudio y conservación del único oso autóctono de Suramérica, el Frontino, también conocido como Jukumari, están esperanzados al descubrir dos cachorros de esta especie en la región andina de Venezuela, país en el que el ‘Tremarctos ornatus‘ —como se le conoce por su nombre científico— se encuentra en peligro de extinción.

La especie, que también es referenciada como oso andino, suramericano, ‘el salvaje’, gran oso decorado o de anteojos —por su particulares rasgos en el rostro— tiene presencia en la Cordillera de los Andes, en las montañas frías de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia; con posibles avistamientos al norte de Argentina y hasta en el Darién de Panamá.

Los investigadores que forman parte de la Red de Oso Andino de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) pertenecen a la Organización No Gubernamental Proyecto Oso Andino Guaramacal, un grupo fundado en 2016, en Boconó, estado Trujillo (al occidente de Venezuela), por Marcos Hidalgo, un ingeniero y docente de Ecología de la Universidad de Los Andes (ULA).

El hallazgo se logró a mediados de junio de este año, cuando el equipo captó imágenes «inéditas» con «cámaras trampas» de una osa acompañada por dos cachorros de cuatro a cinco meses de edad, mientras transitaban un sendero del Ramal de Calderas, zona montañosa con 2.346 metros de altitud —aún no protegida— que comparte límites con los estados Barinas, Trujillo y Mérida.

«Este es un hecho que trae mucha esperanza, representa la vida y la convicción que aún hay mucho que hacer por salvaguardar la especie y su hábitat. Además, nos llena de compromiso para proteger estos territorios junto con las comunidades, por el oso andino y las especies asociadas a su presencia», dice Hidalgo en entrevista con RT.

 

¿A qué obedece la presencia de nuevas crías?

Hidalgo explica que cuando una hembra decide tener crías en un lugar es porque las condiciones de vida están más que dadas.

«Por nuestros chequeos de campo es así, no existen presiones antrópicas (impacto causado en el medio ambiente por la actividad humana) cercanas. Además, la presencia de otras especies en la misma estación, nos indica que el ecosistema es eficiente».

El proyecto ha logrado ubicar, a la fecha, a por lo menos 14 osos que comparten su hábitat con otras 17 especies, entre mamíferos como pumas, coatíes, picures, lapas (en vulnerabilidad) y aves como el paují (en reducción).

 

 

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Ciudad VLC/RT