La fiesta de año nuevo o «noche vieja» requiere muchísimo esmero, dedicación, garantías, búsqueda y sabiduría a la hora de escoger el rumbo definitivo.
Esta vez Ricardo aspira una celebración sin fisuras, y sin prisa. Repasa las opciones posibles:
En el apartamento de las Izaguirre, el año pasado, el año nuevo, ahora viejo, escondieron el ron, así que cero retorno.
En casa de las Rojas, después del «cañonazo» todas desaparecen, descartadas.
Las Marrero son sinceramente educadas pero poquitas, anuladas.
Las Granadillo son generosas hasta la gran rasca, luego les da por «correr» a los visitantes. Parte el alma oírles decir a poco rato de los abrazos: «fuera los gorreros de mi casa». Abolidas.
Las Gonzales son la mar de buenas, es envidiable la manera de entonar la cuenta regresiva: 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3….. El problema reside en una organización de «vacas» o recolección de fondos en cuenta progresiva: «una, dos, tres», y hasta luego que ando «pegado».
Las Parra con su costumbre de festejar el 1° de Enero porque «ique» ese es «el verdadero» año nuevo y nada de fiesta de «víspera».
Ni pensar en las Moreno con su gimoteo y llanto sazonando el arribo del año. Ni un palito.
Las Loaiza, solo brindan un instante y a dormir se ha dicho.
El joven ha detenido el arreglo de su ropa, mientras la intermitencia de las explosiones cede lugar a seguidillas estilo ráfagas de ametralladoras. Reflexiona: “¿por qué la gente esta tan impaciente por la pronta llegada de la media noche, si todo el año protestan por el rápido transcurso del tiempo?” Quizás sea por la renovación anual de la esperanza, consuelo eficaz de todo afligido.
Terminó por recibir solo el hacha de seda del «nuevo año». El tiempo escogió por él. Tomó conciencia de estar en casa y viendo, sorprendido, a su madre alcanzó a decir: «la bendición».
«Que el Señor te proteja».
Autor: Douglas Morales Pulido
DEL MISMO AUTOR LOS CINES: MITOS DE LA CIUDAD
Ciudad Valencia – LSFLC
