La pasada temporada los comunicadores del beisbol, de manera frenética vendieron
como la octava maravilla del mundo, al japonés Shohei Ohtani, por su gran talento
tanto al bate y como lanzador, al lograr excelente estadísticas en ambas, algo que
nadie niega.
Esto arrojó que a la hora de elegir el MVP, veían como un sacrilegio que alguien
colocara otro nombre por encima del nipón. Incluso el dominicano Vladimir Guerrero,
quien amenazó con lograr la triple corona, era desechado, dando a entender que eso
no era nada delante del nuevo muchacho de la película, casi visto como un Power
Rangers.
Con esos argumentos el resultado fue el esperado y muchos recalcaron que mientras
el fuera el único en hacerlo, más nadie tendría chance con el premio o sea crearon un
precedente.
Pero qué cosas, no ha pasado un año y sin el menor rubor los Ohtanilovers, han olvidado su juramento de lealtad ante el japonés, que aunque sigue haciendo lo mismo, de nuevo con buenos números, al parecer ya no los impresiona con igual fervor.
Ahora estos tienen un nuevo muchacho de la película, casi visto como un Capitán América, el jonronero de los Yanquis Aaron Judge, quien no lanza, pero para ellos si tiene los méritos que no tenía Guerrero, para desplazar a Ohtani como MVP.
Esperemos el final de la campaña, para disfrutar como unos profesionales harán lo
imposible para desestimar y echar por la borda sus propios argumentos, vociferados la
pasada temporada. Por algo dicen, que en el beisbol no hay nada escrito… y no solo en
el campo de juego, al parecer.
Aclaratoria para fanáticos, una cosa es que te guste el deporte y otra que te guste UN
deporte. Pasa mucho que para defender o alabar la disciplina de su preferencia, algunos les da por criticar a otras.
Si usted para alabar su deporte preferido, habla mal de otros, es porque sencillamente el suyo no está muy bien. Recuerden para brillar no es necesario apagar la luz de otros.
TBT… Para los que aún se asombran porque un grandes ligas batea de 4-4, les recuerdo que el récord para un venezolano, es batear de 7-7, hazaña lograda por el campocorto César Gutiérrez en 1970 jugando para los Tigres de Detroit ante Cleveland.
Seguimos en contacto por @maciasjaime.
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Ciudad Valencia
