En los diversos y variados modelos educacionales surgidos en la historia de la humanidad, los docentes hoy buscan claves para abordar el desafío que representa la nueva convivencia educativa post pandémica.
Con entusiasmo se revisan las propuestas naturalistas y de responsabilidad social de Rousseau, a Jean Piaget y su método de interacción práctica con el medio. Pestalozzi y su Educación Integral Transformadora. María Montessori y la autoeducación lúdica. Simón Rodríguez y la educación ciudadana, y finalmente -y este, en lo personal, es el favorito-: Paulo Freire y la educación del diálogo humanista y metas transformadoras.
Este ultimo insiste en que el verdadero conocimiento está en el desenvolvimiento social, en la interacción permanente y convivencia con solidaridad. Pero sin clases presenciales, ¿cómo lograr este intercambio de experiencias y diálogos de saberes en beneficio general?
A esto se agrega el que representa la implementación de una tecnología virtual carente de una doctrina pedagógica y estrategias didácticas; además los alumnos y alumnas que carecen de móviles «inteligentes» y otros equipos, sufrirán «la Educación a Distancia» con sus permanentes improvisaciones.
Ante este panorama, y parafraseando la sentencia de Jesús :»Odres (recipientes) nuevos para vino nuevo», el reinicio de clases debe liberarse del atascadero representado en lo que parece la única preocupación: el costo de matrículas y el nivel de salarios del personal educativo, sin que se pretenda restar importancia a tan delicado asunto.
Es urgente plantearse la actualización de programas, estrategias, técnicas didácticas, Acuerdos de Convivencia, a partir de una moderna Doctrina Pedagógica que, recogiendo los aportes de los clásicos, agregue el reto virtual, tecnológico y nos dé claves para la nueva Convivencia Escolar Post Pandémica.
Es hora de rescatar y poner en práctica el slogan de la primera organización gremial de docentes creada en 1933 bajo el asedio de la Dictadura Gomecista: «Por el niño la niña, el maestro y la Escuela»
Autor: Douglas Morales Pulido
DEL MISMO AUTOR: «El Pedro Gual sí, Martín J no»
Ciudad Valencia – LSFLC
