En diversos medicamentos de la antigüedad y la Edad Media figura un elemento denominado bezoar o, más propiamente, piedra bezoar, que era como se llamaban, y aún se llaman, unos cálculos que se forman en las vías digestivas y urinarias de algunos rumiantes como el camello, el dromedario, la llama y la vicuña, a los que se les atribuyen ciertos poderes.
La palabra bezoar proviene del vocablo persa pâdzahr, que significa contraveneno o antídoto, pues se creía que esta piedra podía anular los efectos de todos los venenos.
Varios siglos atrás, la industria de los perfumes usó una sustancia conocida como ámbar gris, que también era y es de origen animal. El ámbar gris es un tipo de cálculo gastrointestinal de los cachalotes, que se reblandece al contacto con la mano y con el agua caliente.
Es de color gris, como su nombre lo indica, con vetas amarillas y negras a todo lo largo. Posee un fuerte olor a almizcle y se torna volátil con facilidad.
Como su peso específico es inferior al del agua, flota en ese líquido. Por eso se le consigue en pequeñas masas en algunos mares, especialmente cerca de las costas de algunas islas como Sumatra, Madagascar y Coromandel, ésta última en el golfo de Bengala, en la India.
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Tradicionalmente, y pese a que su olor natural es nauseabundo, el ámbar gris ha sido utilizado por la industria de los perfumes para fijar los aromas. Ello se debe a que, al descomponerse, libera una fragancia exquisita.
El coral nace de un minúsculo organismo marino llamado pólipo –palabra que significa muchos pies–, por tener la boca rodeada de pequeñísimos tentáculos, en el extremo de un diminuto tubo. Estos microorganismos se adhieren por millones a otros corales y rocas submarinas, hasta formar colonias inmensas que, con el tiempo, dan origen a islas y arrecifes.
La perla es otro pseudomineral de origen animal. Tiene su origen en un grano de arena o cualquier partícula que se introduzca en el interior de ciertos moluscos como la ostra, el mejillón y la almeja.
Para evitar que este intruso lo irrite, el molusco nos da una lección de vida recubriéndolo con sucesivas capas de una sustancia dura llamada nácar que, al cabo de unos siete años, forma una perla.
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Armando José Sequera es un escritor y periodista venezolano. Autor de 93 libros, todos publicados, gran parte de ellos para niños y jóvenes. Ha obtenido 23 premios literarios, ocho de ellos internacionales (entre otros, Premio Casa de las Américas, 1979; Diploma de Honor IBBY, 1995); Bienal Latinoamericana Canta Pirulero, 1996, y Premio Internacional de Microficción Narrativa “Garzón Céspedes”, 2012).
Es autor de las novelas La comedia urbana y Por culpa de la poesía. De los libros de cuentos Cuatro extremos de una soga, La vida al gratén y Acto de amor de cara al público. De los libros para niños Teresa, Mi mamá es más bonita que la tuya, Evitarle malos pasos a la gente y Pequeña sirenita nocturna.
«Carrusel de Curiosidades se propone estimular la capacidad de asombro de sus lectores».
Ciudad Valencia / Foto del autor: José Antonio Rosales
