Sobrenombres de músicos salseros… Nuestros nombres y apellidos son las palabras que se nos asignan al nacer para nuestra identificación ciudadana, sin embargo, muchas personas al destacarse por sus virtudes, dones o habilidades y alcanzar el éxito y la fama, deciden modificar esos nombres asignados para asumir los llamados nombres artísticos, debido a que, según ellos, les proporciona mayor caché, estatus y por tanto mayor prestigio ante sus admiradores y seguidores.
No obstante, existen otras palabras que identifican a muchos artistas sin que hayan sido elegidas por ellos, las cuales terminan sobreponiéndose a sus nombres de pila y los artísticos, son los apodos o “sobrenombres”.
Esto de los apodos es bastante común en el ambiente musical y sobran los ejemplos, como es el caso de Tito Rojas, también conocido como “El Gallo”. El conguero y director del Sonero Clásico del Caribe, Emilio Landaeta, conocido como “Pan con Queso”, el cantante sonero venezolano Orlando Castillo, a quien todos llaman “Watussi”; a nuestra sonera la señora Rogelia Medina muy pocos la conocen por su verdadero nombre, ya que ha prevalecido “Canelita”. Y entre los mejores percusionistas venezolanos de todos los tiempos figura el finado “Pavo” Frank Hernández.
A continuación mencionaré otros apodos de músicos muy conocidos, sus respectivos nombres y apellidos más el origen de éstos. Inicio con Pete “El conde” Rodríguez, sólo basta decir “El Conde” para saber de manera automática que se refiere al cantante puertorriqueño quien hizo dupla con Johnny Pacheco, y esa distinción informal se la atribuyó quien fuera su barbero, quien varias veces le decía, después de su habitual corte de cabello, que se parecía a un conde y así empezaron a llamarlo hasta sus últimos días.
Al decir “El Judío Maravilloso” sabemos que se refieren al pianista Larry Harlow, a quien el cantante de su orquesta, Junior González, sabiendo la gran admiración de Harlow por el compositor y tresista cubano Arsenio Rodríguez, “El Ciego Maravilloso”, lo bautizó y le decía así cada vez que el pianista iba a ejecutar un solo.
“El Bárbaro del Ritmo” es la otra manera de identificar al “Sonero Mayor”, el cantante cubano Benny Moré, quien fue bautizado así por un presentador en una emisora de Cuba y desde ese momento así fue llamado.
El nombre Miguel Ángel Barcasnegras no le suena prácticamente a nadie, pero si dicen “Meñique”, todo salsero sabrá que se trata del cantante sonero panameño, quien fue bautizado así por los músicos de la orquesta de Kako Bastar, cuando este percusionista integró a Miguel Ángel a su orquesta y lo llevó a Nueva York, y debido a su pequeña estatura lo llamaban así.
Otro es el caso del trompetista cubano Alfredo “Chocolate” Armenteros, quien fue confundido por una dama con un famoso boxeador apodado Kid Chocolate en una fuente de soda en Cuba, los amigos presentes comenzaron a bromear y desde ese momento lo apodaron de esa forma.
El cantante dominicano José Alberto tiene, prácticamente, por apellido “El Canario” y sólo basta decir en su presentación “El Canario” para que todos sepan de quién se trata. Éste en sus inicios se ganaba la vida en centros nocturnos imitando a cantantes de Salsa y tenía la particularidad de imitar también el sonido de la flauta haciendo descargas, de esta manera comenzaron a decirle: “Canta, Canario”, y éste hacía su show.
Cuando en la Salsa se habla de “El Malo” nos viene la imagen de Willie Colón, y muchos se preguntan si Willie es o ha sido un tipo agresivo debido a ese calificativo, pero en realidad no lo es, todo se debió a una imagen comercial inspirada por las carátulas de sus discos en las cuales prevalecieron las figuras de gánster junto a Héctor Lavoe, carátulas muy llamativas que cautivaron a todos los salseros en la época del boom de la Salsa de los años 70´s.
Justo Betancourt es un sonero cubano, ya retirado, conocido como “El Bravo de Matanzas” y esta otra manera de llamarlo sólo obedece a que su mayor y más popular éxito discográfico es el tema “Pa’ bravo yo”, compuesto por Ismael Miranda, y puesto que Justo nació en la ciudad de Matanzas, Cuba, de allí esa asociación, más allá de que a Justo lo ha caracterizado siempre una manera de ser un tanto explosiva, como le decía Johnny Pacheco.
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Estos son sólo algunos de los tantos apodos o “sobrenombres” que se cuentan entre músicos de diferentes naciones del mundo de la Salsa, el listado se pierde de vista y, como dije al inicio, muchas veces estos apodos han opacado a los nombres de pila de los artistas y también a los llamados “artísticos”.
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Ramón Emilio Toro Martínez (Caracas-Venezuela, 1966) es licenciado en Educación, mención Lengua y Literatura, de la Universidad de Carabobo (UC) en 1993. Es también Productor Nacional Independiente y locutor con experiencia en el desarrollo de programas radiales sobre música afrocaribeña en la ciudad de Valencia, estado Carabobo: Ciento por ciento Natural, por Lago 91.5 FM; Letras y Notas, por Salsera 96.3 FM, y Óyelo que te conviene, por RNV Región Central 90.5 FM. Es autor del libro «Letras y Notas sobre la Música del Caribe» (2020), presentado en la FILVEN Caracas 2020 (Casona Cultural Aquiles Nazoa) como el único proyecto editorial independiente de ese año.
Ciudad Valencia / Foto de RT: Edicson Dávila
