Las figuras de los presidentes de EEUU y de El Salvador, Donald Trump y Nayib Bukele, respectivamente, fueron prendidas en candela en la tradicional «Quema de Judas», realizada en la parroquia San Agustín de Caracas.
Ambos personajes fueron llevados a la hoguera en un acto simbólico de rechazo por su persecución y hostigamiento contra los migrantes venezolanos.
Ellos representan «antivalores de la vida y el respeto de los derechos humanos», dijeron los organizadores a un medio televisivo, tras el envío de más de 250 venezolanos, sin ningún tipo de garantías procesales, al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), un recinto inhumano similar a un campo de concentración nazi.
Quema de Judas
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“La Quema de Judas” fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de Caracas. Durante esta actividad se condena la traición de Judas Iscariote a Jesús de Nazaret, al entregarlo a sus enemigos por 30 monedas de plata. En Venezuela, esta tradición -que se realiza en diferentes localidades- ha adaptado la figura de Judas a personajes contemporáneos que son percibidos como responsables de atentar contra la comunidad o el país.
Quema de Judas