El arresto del fundador de Telegram, Pável Dúrov, ha causado revuelo mundial debido a que su detención es considerada arbitraria por muchos activistas políticos del mundo que luchan en contra de la censura de los medios.

 

En un mundo gobernado por las grandes corporaciones, que dominan a su antojo a gobiernos de derecha del denominado “Occidente colectivo”, no es de extrañar que regímenes como el de Estados Unidos o los de la Unión Europea vean como amenazas a voces disidentes como Pável Dúrov, Kit Dotcom, Scott Ritter o Bassem Youssef, el tuitero egipcio propalestina al que Elon Musk le cerró la cuenta en X.

 

Pero quizás el caso más conocido es el del periodista australiano Julian Assange, quien fue encarcelado injustamente con cargos de traición y espionaje, por filtrar documentos –incluidos videos- donde se demostraban los crímenes de guerra cometidos por las tropas del gobierno de los Estados Unidos en Irak, Afganistán y Siria.

 

¿Pero tuvo algo que ver el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en el arresto del fundador de Telegram? Veamos algunos datos interesantes.

 

Al carajo con WhatsApp

El pasado 5 de agosto, el mandatario venezolano anunció que desinstalaría WhatsApp debido a que esta aplicación, propiedad del sionista Mark Zuckerberg, representa una amenaza para “todo aquel que no se pronuncie a favor del fascismo”.

 

En este sentido, el presidente Maduro ‘mandó al carajo’ a WhatsApp y propuso al pueblo venezolano otras alternativas más seguras como Telegram o WeChat para comunicarse, debido a que estas tenían mejores sistemas de seguridad que hacían de la privacidad algo inviolable.

 

Si hablamos de seguridad, WhatsApp recolecta una cantidad considerable de datos del usuario, incluyendo información de contactos, ubicación y patrones de uso, lo cual ha generado controversia, mientras que Telegram recolecta menos datos personales, limitándose principalmente a la información de contacto y la ID de usuario.

 

Pavel Durov, de nacionalidad rusa, se diferencia por su firme postura en defensa de la privacidad y la libertad en la comunicación digital a través de su plataforma Telegram. Su arresto se interpreta como una maniobra de la “dictadura occidental” para silenciar voces críticas y limitar la libertad de expresión en la era digital.

 

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Arresto del fundador de Telegram: un golpe a la libertad

Y esa fue la excusa perfecta que los gobiernos occidentales como el de Francia o EEUU buscaban para lograr el arresto del fundador de Telegram: Que la aplicación de mensajería, al ser independiente y financiada por sus fundadores, permite una mayor libertad en el desarrollo de funciones, además de evadir la censura que han aplicado las potencias mundiales en otras plataformas controladas por ellos, como Instagram, Facebook, X, TikTok o WhatsApp.

 

En Telegram existen infinidad de canales donde puedes informarte sin ningún tipo de censura sobre el genocidio que comete Israel en la Franja de Gaza desde hace más de 8 meses, o si quieres conocer las voces y análisis de investigadores independientes sobre el conflicto en Ucrania.

 

Lo mismo ocurre con Venezuela. Mientras que en plataformas como TikTok, Instagram, YouTube o X han censurado todas las cuentas del gobierno venezolano y de quienes les apoyan; de manera deliberada han bombardeado a la población con contenidos donde dirigentes opositores y sus seguidores hacen continuos llamados a la violencia, crean Fake News o mensajes de odio, todos estos contenidos que supuestamente deberían ser suprimidos debido a la violación de las “normas comunitarias” de dichas plataformas.

 

Sin embargo, para nadie es un secreto que todas estas redes sociales juegan un papel fundamental en la estrategia de EEUU y la Unión Europea para derrocar al gobierno legítimamente electo del presidente Nicolás Maduro, y si tienen que saltarse sus mismas reglas, pues lo harán.

 

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Kim Dotcom: la privacidad no es un delito

El dueño del sitio web Megauploadm, Kim Dotcom, aseguró que la agencia de espionaje Five Eyes, integrada por Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Reino Unido y Estados Unidos, está detrás del arresto del fundado de Telegram, Pavel Durov, quien fue detenido en el aeropuerto de Francia.

 

«La represión contra la libertad de expresión se intensifica. El fundador de Telegram, Pável Dúrov, ha sido arrestado en Francia. Los servicios de inteligencia occidentales quieren acceder a los mensajes privados de Telegram».

 

En otro mensaje, el creador de Megaupload sostuvo lo siguiente: «La privacidad no es un delito, es un derecho humano básico consagrado en la Carta de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Las agencias de espionaje Five Eyes (Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda) son las que más violan el derecho humano a la privacidad. Son la mayor conspiración criminal del mundo«, dijo”.

 

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¿Maduro, el responsable?

Aunque aún es muy temprano para especular, todo parece indicar que el arresto del fundador de Telegram es un ‘pase de factura’ de la derecha mundial contra Pável Dúrov, por no permitir que los gobiernos del denominado ‘Occidente colectivo’ controlaran los datos de la aplicación.

 

Pero también es una muy clara señal de advertencia al presidente de Venezuela, pues el arresto de Dúrov se dio justo unas pocas semanas después de los anuncios de Maduro de eliminar WhatsApp, una jugada que permitió que en solo unos pocos días, más de 150 mil nuevos usuarios se registraran en dicha plataforma en el país suramericano, según algunas estimaciones.

 

La censura de los poderosos recorre el mundo a su antojo, y una de las pocas plataformas que se resiste al discurso hegemónico es Telegram… ¿Los pueblos del mundo se quedarán sin voz y caeremos en la distopía de 1984, la famosa novela de George Orwell? El discurso único y totalitarista de la OTAN y sus aliados quiere callar a Maduro. Y si para eso tienen que callar a Telegram, no lo dudarán ni un segundo.

 

 

Ely Reyes/Ciudad Valencia