uso de pantallas

El uso de pantallas en la era digital se ha vuelto omnipresente en nuestras vidas como los dispositivos electrónicos, móviles, tablets o televisores están al alcance de todos, incluyendo a los niños.

Sin embargo, el uso excesivo de pantallas en los menores ha generado preocupación en cuanto a su impacto en el desarrollo neurológico.

 

Cómo influye el uso de las pantallas en el desarrollo cerebral de los niños

El cerebro de un niño está en constante desarrollo durante los primeros años de vida. Durante este período, se establecen las bases para el aprendizaje, la memoria, el razonamiento y otras habilidades cognitivas. Sin embargo, la exposición excesiva a las pantallas puede interferir con este proceso y tener efectos negativos en el desarrollo cerebral de los niños.

Uno de los principales problemas asociados con el uso de pantallas en los menores es la reducción de la interacción social y el contacto físico.

Cuando los niños están absortos en dispositivos electrónicos, tienen menos oportunidades de interactuar con otros niños y adultos, lo cual es fundamental para el desarrollo de habilidades sociales y emocionales.

 

La interacción humana promueve la comunicación, el desarrollo del lenguaje, el establecimiento de relaciones y la comprensión emocional, aspectos cruciales en el desarrollo del cerebro de un niño.

La exposición constante a estímulos visuales y auditivos de las pantallas puede sobrecargar el cerebro en desarrollo y dificultar la concentración en tareas más complejas. Esto puede tener un impacto en el rendimiento académico, la capacidad de resolución de problemas y el desarrollo de habilidades de pensamiento crítico.

En lugar de explorar el entorno físico y participar en actividades que estimulen los sentidos, los niños pueden pasar largos períodos de tiempo frente a pantallas. Esto limita su capacidad para desarrollar la coordinación motora fina y gruesa, así como su capacidad para procesar la información sensorial de su entorno.

 

Asimismo, el uso nocturno de pantallas puede tener un impacto negativo en el sueño. La exposición a la luz azul emitida por las pantallas puede alterar los ritmos circadianos y afectar la calidad y la duración del sueño.

El sueño adecuado es crucial para el desarrollo cerebral y la consolidación de la memoria en los niños. La falta de sueño de calidad puede afectar su estado de ánimo, su capacidad de atención y su rendimiento académico.

Es importante establecer límites y promover un uso equilibrado y saludable de las pantallas.

 

El uso de las pantallas por menores de 3 años

A pesar de los numerosos estudios que indican que esta práctica puede ser perjudicial, cada vez más niños, incluso menores de 2 años, pasan largas horas frente a dispositivos electrónicos. No solo preocupa la cantidad de tiempo que los niños pasan inmersos en las pantallas, sino también el hecho de que estén dejando de interactuar y aprender de las personas que los rodean.

Durante las primeras etapas de la vida, el cerebro tiene un crecimiento y desarrollo significativo, y está diseñado para interactuar con el entorno y, sobre todo, con otras personas.

 

Por lo tanto, el aprendizaje a través de pantallas, que se basa en imágenes rápidas, coloridas y en movimiento, puede desviar el desarrollo cerebral adecuado y limitar la imaginación, la creatividad y la capacidad de reacción a estímulos emocionales.

Hay que hacer hincapié en la responsabilidad de la sociedad en su conjunto para abordar el uso adecuado de las pantallas, promoviendo campañas de sensibilización y educación digital tanto a nivel institucional como en el hogar.

 

Consejos para un uso equilibrado de las pantallas en los niños

  • Establecer límites de tiempo.
  • Promover el juego activo y el tiempo al aire libre.
  • Reglas para el uso de pantallas antes de dormir.
  • Supervisar el contenido.
  • Fomentar la interacción social.
  • Participar en actividades conjuntas.

 

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Ciudad Valencia / Hypatia Education