1966 noviembre 7. “Hoy comienza una nueva etapa, por la noche llegamos a la finca. El viaje fue bastante bueno, luego de entrar, convenientemente disfrazados, por Cochabamba…”.
1967 octubre 7. “Se cumplieron los 11 meses de nuestra inauguración guerrillera… Salimos los 17 con la luna muy pequeña y la marcha fue muy fatigosa y dejando mucho rastro por el cañón donde estábamos…”.
Diario del Che en Bolivia.
Instituto del Libro de la Habana 1968.
Año del Guerrillero Heroico.
De acuerdo al diario del Che, su última bitácora es el 7 de octubre, ya para el amanecer del 8 de octubre se encuentran rodeados por tropas especiales del ejército boliviano en la quebrada del Yuro. En la tarde de ese día es herido y tomado prisionero para ser asesinado el 9 de octubre.
El sargento boliviano Mario Terán le dispara con la recomendación de no darle en la cara. De esta manera comienza la llama incandescente de la leyenda del Ernesto Guevara, nacido en Argentina el 14 de junio de 1928.
La trayectoria de rebeldía y militancia revolucionaria del Che lo lleva a Guatemala y luego a México donde conoce a Fidel Castro y al resto de revolucionarios cubanos para hacerse inmortal en la Sierra Maestra y Santa Clara.
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Médico de profesión y Quijote radical por vocación, el comandante Guevara resume la propuesta de “el hombre y sus circunstancias”, de Ortega y Gasset; precisamente permanece fiel al compromiso elegido de la Revolución Latinoamérica.
Su mensaje a la Conferencia de la Tricontinental (Asia, África, América), en abril de 1967, es de lucha contra el imperialismo norteamericano y las burguesías lacayas de los diferentes países.
Las intervenciones en la ONU, en la Conferencia de Punta del Este, Uruguay, Conferencia de Argelia y demás encuentros de los que se conocía como países neo colonizados y del tercer mundo, confirman la vasta actividad que, entre otras, lo destacan: ministro de Industrias y presidente del Banco Central de Cuba.
¿Qué lleva a un hombre, después de estar consagrado en la historia política nuestra americana, a ir a combatir por la liberación en el Congo, África, y posteriormente bajo la consigna de construir uno, dos, tres Vietnam, asume junto a un grupo de internacionalistas cubanos la premisa del General Bolívar y del Generalísimo Francisco de Miranda, unida a la excelsa grandeza de José Enrique Rodo, en el ideal de una américa unida, una Magna Patria?
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Los pasos del Che por el altiplano boliviano, junto a los hermanos Coco e Inti Peredo, se convierten en un manantial de arrojo de los revolucionarios del mundo. Los detractores del Che intentaron su descalificación sin conseguirlo, desde la historia de entonces (años 1960) se levantaba en toda América y el Caribe la más descomunal voluntad de lograr los cambios revolucionarios que todavía están pendientes.
Decididamente Ernesto Guevara no murió en La Higuera en esa pequeña escuela, ni los discursos sobre modernidad y post modernidad ni el “rostro que se desvanece en la arena” de Michel Foucault acallan los aportes del Che. En efecto, el hombre nuevo y la nueva ciudadanía son el camino en el devenir ante el pesimismo de la incertidumbre.
José Ramón Rodríguez (Entre Luces y Sombras)
Ciudad Valencia / RN
