“4F: A 30 años del ‘Por ahora’ y por siempre…” por José David Capielo

0
341

Al cumplirse treinta años de la rebelión militar patriota del 4 de febrero de 1992 (4F), proceden algunos comentarios que reivindiquen su significación histórica en nuestro país, a la luz de la situación presente.

El 4F fue un punto de quiebre de la democracia representativa tutelada, que existió en Venezuela desde 1958, luego del derrocamiento de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.

Una vez sucedida la sublevación popular de 1989, el alzamiento de los militares bolivarianos, que inició con el 4F en 1992, vino a darle posibilidad real a un gobierno distinto a los de AD y COPEI; más allá de la derrota militar que circunstancialmente  se sufrió.

Una primera reflexión sería en torno a las llamadas formas de lucha, entendiendo que lo deseable siempre es que los procesos de cambio en los países latinoamericanos y más allá se den en paz, en democracia, y en nuestro caso con participación plena y protagonismo popular.

Pero sabemos que los factores en disputa, en el caso venezolano, configuran un escenario irreconciliable entre una burguesía que se consolidó en el poder, bajo la tutela de EEUU, y los sectores progresistas encarnados hoy en el proyecto bolivariano y chavista. Se ha ensayado, con gran dificultad desde 1999, la promoción de un gobierno popular y revolucionario.

Fueron cuarenta largos años en la llamada democracia representativa, donde los factores del poder burgués se turnaron en la presidencia para ejercer el terrorismo de Estado; para mantener represado todo el descontento popular y a los factores progresistas en pugna.

Ya para 1989, cuando se produce el “Caracazo”, se había dado un desgaste sustancial de este sistema bipartidista. Hubo toda una oleada de pueblo que se lanzó a las calles a protestar contra la carestía y el gobierno en distintas zonas del país; lo que fue reprimido a sangre y fuego. Se utilizaron para ello no solo a las distintas policías, sino a las Fuerzas Armadas Nacionales de aquella época.

Se daría luego la rebelión militar de los militares patriotas del 4F, con el Comandante Hugo Chávez Frías a la cabeza, quien luego de pronunciar su “Por ahora”, durante la rendición de las fuerzas insurrectas, logró ganar un sólido liderazgo en nuestro pueblo, que lo hizo posteriormente Presidente de la República, electo democráticamente, a finales de 1998. Igualmente logró su reelección en los procesos subsiguientes hasta el 2012.

Todo el proceso vivido desde 1999, regido por la nueva Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, ha sido un largo batallar de más de veinte años por la construcción de un proyecto de país distinto a los gobiernos lacayos antecedentes. El propio Comandante Chávez, líder  indiscutible de la Revolución Bolivariana, muere en 2013 en una circunstancia de salud no totalmente clara en cuanto a su origen.

Lo relevó el actual presidente Nicolás Maduro Moros, quien había sido nominado por el propio Comandante Chávez, ganando tanto su elección en 2013, como su reelección en 2018. Particularmente en estos últimos nueve años ha sido más frontal el enfrentamiento con EEUU, como ejecutor principal, y también con los factores opositores internos. La oposición, en su mayoría, ha jugado a la salida insurreccional, al golpe de Estado o el magnicidio, para recuperar el poder en nuestro país.

Serán siempre válidos los esfuerzos por los diálogos políticos por la preservación de la paz y la reactivación económica, que comienzan a dar algunos frutos; pero a la vez debemos estar preparados para cualquier otro escenario de la lucha política.

En este inicio de 2022, se ha pretendido montar un nuevo “falso positivo”, que implica una campaña mediática para culpar a Venezuela de la situación violenta y las masacres reiteradas contra la población del departamento colombiano de Arauca, donde los grupos paramilitares del vecino país operan con toda impunidad.

 

LEE TAMBIÉN: «4F: ESTOCADA MORTAL AL NEOLIBERALISMO» POR PASQUALINA CURCIO

 

El presidente colombiano Iván Duque, ya de salida, se propone “recalentar” de nuevo la frontera, que pueda justificar alguna agresión extranjera. Irresponsablemente se ha especulado, incluso, con la presencia de supuestas tropas rusas en nuestro territorio.

Es la desesperación de la burguesía colombiana, y de sus amos del Norte, ante la cercanía de sus elecciones presidenciales, donde las fuerzas progresistas en ese país aparecen como opción para derrotar al uribismo, que los desgobierna. Se deben activar las alarmas, tanto en el gobierno bolivariano, como en todas las instancias del Poder Popular.

El presidente Nicolás Maduro recién ha orientado sobre las “tres nuevas erres” (Resistencia, Renacimiento, Revolucionar), como directriz fundamental, en toda esta etapa hasta 2030. Habló de la resistencia, del renacer del proyecto y del revolucionar para corregir errores. A 30 años del 4F es fundamental la cristalización de este relanzamiento doctrinario, marchando siempre junto al pueblo. Solo el pueblo salva al pueblo. ¡Venceremos!

 

José David Capielo / Ciudad VLC