5 de octubre, Día Mundial del Maestro

Hoy celebramos el Día Mundial del Maestro, reconociendo y resaltando la función elemental de estos profesionales en la sociedad.

El 5 de octubre conmemora la aprobación en 1966 de la recomendación conjunta de la OIT/UNESCO relativa a la situación del personal docente en el mundo.

Las recomendaciones de ayer, hoy no son las mismas, pero las vemos multiplicadas.

La capacitación de los docentes para que puedan eficazmente contribuir a generar una sociedad sostenible es en la actualidad una acción de supervivencia.

La crisis de alfabetización tecnológica que se agravó producto de la pandemia por SARCoV2, y que se sumó a factores como el exceso de tiempo en el que tanto niños, adolescentes y las comunidades en general están expuestos a las pantallas como medio de recreación sin control, agudizaron la situación en la educación.

Debemos afrontar sin enajenarnos esta realidad mundial que amenaza con convertir a los docentes de las instituciones educativas en un bloque más en la pared.

Nuestro deber es avanzar en la incorporación de la inteligencia artificial como plataforma auxiliar y adaptarla a los diferentes niveles de la educación. Desde una perspectiva de interacción docente como regla fundamental para una sana formación que resalte la convivencia fraterna en un mundo que marque la ruta hacia lo humano. El pasado cercano nos arropó con las TIC; la acción docente enfrentó a la radio y la televisión, pero hoy es motivo crucial entender estas nuevas realidades para fortalecer la escuela como núcleo primario de sociabilización y continuar garantizando un ejercicio docente efectivo para la formación.

Los docentes estamos convencidos de las capacidades que brindan el manejo de las herramientas tecnológicas, así como avanzar en una cultura real que muestre las potencialidades del uso de la informática y celulares en el aula de clase para producir conocimiento que nos permita superar los nuevos retos de una sociedad compleja que evoluciona a pasos agigantados.

Ver estas oportunidades es dar un salto adelante de retroalimentación en la formación de los alumnos.

Es prioritario establecer canales seguros en la adaptación de la inteligencia artificial, es cierto, pero no podemos continuar ignorando los avances tecnológicos en el desarrollo decente; podemos evitar hacernos dependientes de ellas, mas no seguir actuando como si no existieran en la vida de los alumnos. Nuestra labor docente es la de integrar la inteligencia artificial como auxiliar en el aula, enfocados en la educación que necesitamos como sociedad global para afrontar un futuro que cada día nos demuestra que ya es una realidad latente y que hace años dejó de ser una amenaza que podía dejarnos relegados. No podemos continuar inconscientes de esta verdad, pues sería un error que la historia jamás nos perdonaría como nación.

Autor: Eduardo León