“Ángel custodio de la poesía” por Federico Ruiz Tirado

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Federico Ruiz Tirado- Merlys Oropeza

Ángel Custodio de la poesía… Avanzada la década de los ‘80, antes, durante o en la cola humeante del Caracazo (hay un sinfín de cosas que la entrañable melancolía de una ciudad atrapada entre las montañas no permiten precisar) comencé a ver a un hombre que parecía deambular por las calles de Mérida con la mirada guardada en unos anteojos oscuros.

Iba siempre de abrigo porque seguramente el frío y la neblina helada le daban duro en sus huesos.

Cargaba un bolso de cuero guindado en uno de sus sobresalientes hombros, una boina de tela, un librito arrugado en una mano.

 

Ángel Custodio Malavé

 

Una vez, ambos, sin saber que íbamos a ser grandes amigos, esperábamos turno detrás de una señora que hablaba y hablaba sin parar en un teléfono monedero ubicado en una pared azul, al fondo de la esquina donde estaba La Cibeles, una cervecería estratégicamente situada en la Av. 3 Independencia, a dos cuadras de la plaza Bolívar, donde alguna vez con Carlos Danés, el Conde y Luis Belisario hablábamos y Ángel sonreía.

La señora no paraba de hablar y el hombre dio la vuelta y unos pasos después desapareció.

Yo estiré la paciencia y logré alcanzar el teléfono y hablé rápido y también di la vuelta.

Ángel Custodio Malavé

Tres pasos y un escalón después entré a la Cibeles y me senté en la barra: al lado estaba el hombre con una cerveza al frente. Nos miramos y nos saludamos con unos gestos de confianza que permitieron después dos, cuatro, seis cervezas más y una conversación que hizo honra anticipada a lo que fue una larga, afectuosa, misteriosa, laboriosa, conspirativa amistad tanto en Mérida como en Caracas, en la sede de Fundarte, donde leímos juntos libros y tomábamos café, mientras se quedaba pendiente el tema de los dialectos de José Manuel Briceño Guerrero, la palabra Magnolia.

Viajamos juntos a Trujillo y a Los Teques, a Valencia, en trámites de la organización de la Red de Escritores Socialistas de Venezuela.

Hicimos planes.

Ahora Ángel no está. Pero dejó la poesía por ahí. Su voz. Su silencio y su recuerdo perfectamente ordenado en mi memoria y en mi corazón

Este no es el retrato de un desconocido, es la imagen del otro, revés del tapiz, como dijo José Emilio Pacheco: «Conozco a muchos escritores generosos, pero no recuerdo a ninguno en particular».

Ángel Custodio Malavé fue una persona más que particular para muchos de nosotros.

Tal vez por ese don de librero de la vida que nos hizo a sus amigos eternos para siempre, como es él ahora o como fue siempre.

 

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RETRATO HABLANDO

elefanta Ruperta 2

Un día como ayer, en 2018, murió Ruperta, la elefanta del zoológico de Caricuao, de vieja, dijo Hermes Vargas, pero seguro la iban a matar de otro modo. Porque, ¿se acuerdan de los dromedarios que dejaron morir cuando CAP en los médanos de Coro?

No les dieron agua ni comida durante mucho tiempo, creían que ellos podían resistir meses sin sustentos y murieron. ¿O los leones que dejó el adeco Malavé Villalva en su casa y nadie los quería?…

 

***

 

Federico Ruiz Tirado (Barinas, 1955): Escritor, poeta, diplomático. Miembro Fundador de la Red de Escritores Socialistas de Venezuela. Autor de Un puñado de pájaros contra la gran costumbre (antología sobre el 4F), Un día para siempre, La Patria está en otra parte (MPPCULTURA, PDVSA).

 

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