Las medidas coercitivas y unilaterales aplicadas de forma sistemática por el Gobierno de Estados Unidos (EEUU) contra Venezuela tienen como fin privar a la población de los medios básicos de subsistencia, sostuvo el secretario ejecutivo del Consejo Nacional de los Derechos Humanos, Larry Devoe, en entrevista concedida a la agencia Xinhua.
«Se aplican fórmulas de asfixia económica para impedir que el país cuente con recursos para satisfacer las necesidades básicas de su población, privándola de medicinas, alimentos y servicios públicos de calidad. Son, sin duda, un crimen de lesa humanidad», subrayó.
Con tales medidas, «se ha privado al país de importantes activos en el extranjero, se han congelado fondos de la República que estaban destinados para alimentos, para medicinas, para el mantenimiento de servicios públicos», agregó.
Como consecuencia, se impide a Venezuela comercializar en el mercado internacional su petróleo, que es la fuente de donde depende la mayoría de sus ingresos, «pero también se persiguen otras operaciones de bienes», apuntó.
«Al día de hoy, cualquier persona que haga una operación comercial con Venezuela, que le venda un bien a Venezuela, que le provea algún servicio a Venezuela, está sujeta a las llamadas sanciones por parte del Gobierno de EEUU«, denunció.
Para Devoe, además de las graves restricciones que EEUU emprende contra Venezuela, «se toman mecanismos informales, de persecución y de chantaje contra todo aquel que intente sostener relaciones comerciales con Venezuela».
Mencionó que funcionarios estadounidenses «han presionado a proveedores internacionales, por ejemplo, de gasolina, para que no vendan a Venezuela» al tiempo que expresó que, si alguna empresa hace una operación con nuestro país, «será luego sometida a un mecanismo de sanción por parte de los EEUU«.
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A su juicio, «no hay área de la vida social de Venezuela que no se haya visto afectada por estas medidas. En materia de salud, el pueblo venezolano se ha visto con dificultades para acceder a medicamentos, muchos de ellos, importados, donde el país tiene que hacer prácticamente magia para poder cubrir las necesidades de la población y apoyarse en gran medida en la cooperación internacional».
«El impacto también se ha sentido de manera directa en el funcionamiento de los servicios públicos, muy afectado por la imposibilidad de adquirir los repuestos necesarios para garantizar el adecuado funcionamiento de cada uno de esos servicios», dijo.
