El maracayero Miguel Cabrera, inicialista de los Tigres de Detroit, sonó dos la noche de este viernes para colocarse a 9 de los 500 jonrones. La actuación del cuarto bate felino fue decisiva en el triunfo, de visitante, ante los Reales de Kansas City 7 a 5.
Cabrera de 5-3 y jonrón de cuatro carreras
Cabrera intenta sacudirse un incierto inicio de campaña con molestias que no le permiten desarrollar lo que se espera de él, particularmente con el bate. La noche de este viernes parece avizorar lo que el venezolano puede hacer en favor de Detroit. No sólo ligó de 5-3, incluyendo par de jonrones, 5 remolcadas y dos anotadas, sino que fue decisivo en el triunfo felino.
La ciudad de las fuentes, como se le conoce a Kansas City por sus más de 200 manantiales artificiales, fue el escenario para que Miguel Cabrera diera un gran paso adelante en busca de alcanzar la marca de 500 cuadrangulares de por vida en las mayores.
El lanzador Mike Minor fue el encargado de abrir por los locales. Este serpentinero sólo le había permitido a Cabrera, en siete oportunidades de por vida, un sólo hit. La estrategia del alto mando de los Reales, coordinada con su receptor, el venezolano Salvador Pérez, no funcionó contra el jonronero de Maracay.
La estrategia de pitcheo del Kansas no pudo con Cabrera
En este 2021 los Reales le han jugado defensivamente a Miguel haciéndole cualquier tipo de dibujo libre. La noche de este viernes no fue la excepción, con la novedad de que el tercera base estaba a corta distancia de la grama exterior, el campocorto estaba internado varios metros en el bosque izquierdo, ambos cargados hacia la raya de tercera, el segunda base unos ocho metros hacia atrás de su posición habitual y el inicialista jugando profundo dando la raya de la derecha.
Abriendo el segundo inning, Minor y Salvador Pérez le tenían la receta a “Miggy” y por ello el posicionamiento defensivo: recta alta y adentro, bola. Cambio de velocidad alta y afuera, bola. Recta por el medio y un poco baja y…¡Adiós!.
Fue un estacazo que salió a 111.3 millas por hora y aterrizó a 417 pies del plato entre los bosques izquierdo y central. Tal fue la intensidad del batazo que el jardinero Andrew Benintendi apenas se movió.
El poderoso bateador venezolano aprovechó un mal arranque de Minor en el turno para hacerlo pagar: “se puso atrás en la cuenta, en 2-0 y buscó la zona de strike y pude conectarla bien” dijo Cabrera.
Jonrón de cuatro carreras en el séptimo
El segundo de la noche vino con más aderezos, con Kansas City adelante 5-3 en la parte alta del séptimo, después de dos outs.
Con las bases llenas, el mánager de los Reales, Mike Matheny, trajo a lanzar al veterano derecho Greg Holland para enfrentar al cuarto bate. Los Reales intentaban frenar el alzamiento de los felinos. Holland le sirvió cualquier clase de picante a Miggy, pues con secuencia de slider, recta, curva, recta y curva lo tenía en cuenta completa. El último strike que le cantaron no le gustó al toletero, pero pasado el mal sabor de boca se enfocó en el siguiente lanzamiento.
Slider afuera y Miguel hizo el swing de siempre, terminando con una sola mano para depositarla a 405 pies, también en la grada del center-left. Con esas cuatro anotaciones los Tigres se van adelante 7-5. Para Cabrera es su juego 42 con más de un batazo para la calle y su sexto jonrón con casa llena de por vida.
“Él me atacó y tuve que trabajar la cuenta, al final cometió un error y pudimos remontar el juego”, indicó.
Al acecho contra posiciones de Lou Gehrig y Fred McGriff
De esta forma el primera base venezolano llega a 34 jonrones en su carrera contra los Reales, de ellos 19 en Kansas City. También se pone así a dos batazos de vuelta entera de Lou Gehrig y Fred McGriff, quienes están ubicados en el peldaño 28 en la lista de jonroneros de todos los tiempos.
Go-ahead grand slam.
Miggy is CLUTCH. pic.twitter.com/7mSC3Y8uux
— Detroit Tigers (@tigers) May 22, 2021
Los 500 están en la mira…sólo faltan 9. Llegó a 2.887 hit le restan 113 para la suculenta cifra 3.000 inatrapables que le dejan la alfombra lista para la inmortalidad en el beisbol. Tiene más de media temporada, más de 150 turnos al bate, para acercarse a esas metas.
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