Cada uno de nosotros tiene y crea su propia erótica, que es el término con el que se ha designado al conjunto de objetos relacionados de alguna manera con la pasión amorosa humana, especialmente cuando está enfocada hacia sus aspectos personales, de pareja y sexuales.
Sin embargo, socialmente esta erótica tiene una influencia que puede interferir en su desenvolvimiento, disfrute y felicidad.
Vivimos en una ciudad anti erótica culturalmente, socialmente y hasta comunicacional. El anti erotismo parte de la no expresión de nuestras emociones afectivo/sexual en cuanto a: abrazar, jugar en pareja, regalarnos masajes, ver juntos películas, besarse, prepara una comida especial, viajar juntos, tener tiempo de erotismo a través de una conversación de interés y entendimiento.
Sin culpables ni miedo a recuperar nuestro tiempo, a conocernos cada día más y a entender que si pensamos en nuestro encuentro sólo en el coito (penetración) puede ser atropellado, estresado, ansioso y hasta con dificultad por estar sumergidos en la rutina (sin cuestionarla) e ir directo al acto por sentir que estamos perdiendo el «amor» y soy «culpable» o el otro lo es.
La autorealización personal está íntimamente ligada con la rutina diaria de nuestras actividades ya sean; profesionales, laborales y económicas y hasta cierto punto esta rutina nos brinda estabilidad para mantenernos firme en nuestros proyectos y metas.
Pero esto no puede permitirnos colocar en nivel olvido LA PASIÓN y EROTISMO, por ser, por conocer, por explorarnos, por disfrutar y por compartir nuestra vida con los afectos que hemos elegidos estén con nosotros; en especial LA PAREJA.
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Ciudad Valencia/SexoYzquiel