Conoce algunas curiosidades y secretos sobre las películas de ‘El Señor de los Anillos‘ de J.R.R. Tolkien un jóven escritor que con apenas 23 años, tuvo que vivir los horrores de la Primera Guerra Mundial, experiencia que impregnó su prolífica obra literaria que, aunque perteneciente al género fantástico, muestra a su manera los traumas y el dolor de la batalla.

A través de El Hobbit –que pretendía ser literatura infantil para sus hijos–, El Señor de los Anillos y El Silmarillion (e innumerables cartas y anexos), J.R.R. Tolkien creó un prolífico y maravilloso universo, escenario de la lucha entre el bien y el mal (maniqueísta para algunos, pero no por ello menos apasionante): mitología, pueblos enteros con sus costumbres ancestrales, reyes y héroes del pasado, romances, criaturas malignas, y un largo etcétera.

Un cuento épico de poder y ambición; de amistad y compañerismo (también muy influido por el catolicismo del autor). La historia de la Tierra Media, hogar de elfos, hombres, hobbits, enanos, orcos, valar, maiar… ha pasado a la historia como una de las sagas literarias claves en la literatura fantástica, si no la más importante, inspirando a escritores y lectores durante décadas.

 

Debido a la densidad de su obra, su adaptación al cine parecía una tarea harto complicada. Pero el director neozelandés Peter Jackson quiso hacerlo “desde el mismo momento que leyó las novelas”, como él mismo ha revelado en diversas entrevistas concedidas a los medios.

El Señor de los Anillos (2001-2003) es la saga del cine fantástico por excelencia, hito en la historia del cine y una de las mayores obras de la historia del arte, para muchos.

La producción de las tres películas no tiene comparación, debido al magistral uso de un modesto presupuesto, cuyos resultados resultan asombrosos: la apuesta por localizaciones mayoritariamente exteriores y no de estudio, los efectos visuales, la construcción de maquetas a escala, el trabajo de caracterización, la interpretación y dirección de actores…

 

Por otra parte, el guion (una adaptación fiel pero con licencias que facilitan la narración audiovisual, y que para muchos supera a la obra original en algunos aspectos), la dirección y la banda sonora son en sí mismas obras maestras, dando lugar así a una de las sagas más memorables de la historia del cine. 

Tras el estreno de la tercera parte, El Retorno del Rey (2003), la trilogía acumuló más nominaciones a los Óscar que ninguna otra saga. Además, ‘hordas’ de fans consagraron la admiración por la esta obra maestra del séptimo arte, que ya es un icono de la cultura.

En esta galería, repasamos algunas curiosidades sobre El Señor de los Anillos, como homenaje a la gran adaptación de la obra inmortal de Tolkien.

 

El Señor de los AnillosUn comienzo difícil para El Señor de los Anillos

La aventura para lograr producir la adaptación cinematográfica de la obra de Tolkien no comenzó con muy buenas perspectivas.

Jackson era un director modesto, y a pocas productoras les llamó la atención su propuesta.

Miramax aceptó, gracias al contacto del productor Harvey Weinstein, quien compró los derechos para adaptar las novelas en 1997.

Finalmente, el presupuesto acordado de 150 millones de dólares (mucho menor que el definitivo) resultaba inasumible para Miramax, con lo que Jackson acabó encontrando el apoyo de New Line Cinema.

 

Un presupuesto ‘irrisorio’

Con todo, la trilogía fue producida con un presupuesto bastante ajustado. De hecho, para muchos, Jackson hizo ‘magia’ con el dinero concedido para rodarla.

El presupuesto para toda la saga fue de 280 millones de dólares, a razón de unos 90 millones de dólares por película.

Algo ‘ridículo’ considerando que solo la primera película de El Hobbit, un viaje inesperado (2012) se elaboró con unos 315 millones de dólares; Avatar (2009), con 240 millones de dólares; o Titanic (1997), con 200 millones de dólares.

Eso sí, la trilogía obtuvo unas recaudaciones mil millonarias, y cada una de las tres películas se encuentran entre las más taquilleras de la historia.

 

El Señor de los Anillos

El lugar: Nueva Zelanda

La mayoría de las localizaciones de la trilogía son exteriores, y el rodaje de las tres se realizó de manera simultánea en más de 150 lugares de Nueva Zelanda (país de nacimiento del director). Es allí donde nuestra mente viaja cuando pensamos en los impresionantes paisajes de la Tierra Media. Casi todo fue rodado en escenarios naturales, lo cual abarató costes y le dio más autenticidad al proyecto.

 

Los tiempos para filmar El Señor de los Anillos

Peter Jackson comenzó la fase de preproducción en 1995/6; donde la fase de rodaje comenzó el 11 de octubre de 1999 y terminó el 22 de diciembre de 2000, durante exactamente 438 días.

El Señor de los Anillos

 

La postproducción de las tres películas fue de tres años en total, un año por cada una, antes de sus respectivos estrenos (en 2001, 2002 y 2003).

 

Maquetas a escala

Lugares clave de la trilogía, como Edoras o Rivendel, fueron construidos como maquetas; y, algunas partes de ellos, a escala, dando lugar a grandes estructuras conocidas como ‘bigatures’.

222.970 muertes

El canal de Youtube Digg publicó en 2014 un vídeo en el que únicamente se mostraban las muertes de la trilogía, todas y cada una de ellas. Desde el principio hasta el final de la trilogía, el creador contabilizó unas 222 970.

El Señor de los Anillos

 

15 anillos únicos

El objeto más importante de la saga, en torno al que gira el argumento, es el Anillo Único. Para sus distintos planos, el artesano Jens Hansen fabricó hasta 15 versiones del mismo.

Algunas cifras más

Por mencionar unas cuantas cifras más, detrás de este colosal proyecto cinematográfico trabajaron miles de personas: unos 3000 extras, además de decenas de costureros, artesanos… sin contar con los operadores de cámara y el personal de producción.

Weta Workshop, compañía encargada de los diseños de las películas, creó 48.000 piezas de armadura, 500 arcos y 10.000 flechas; 1800 pares de pies de hobbits, y miles de narices, orejas y cabezas. Se elaboraron 19 000 atuendos, cada uno con diez versiones del mismo.

Los gritos de los orcos

Como curiosidad, todos los gruñidos, gritos y ruidos guturales producidos por los orcos durante las batallas de las películas fueron producidos por humanos. Por ejemplo, los ruidos de la batalla del Abismo de Helm se grabaron en un estadio de rugby.

 

El Señor de los Anillos

Efectos visuales

Una de las razones por las que la trilogía ha envejecido tan bien en cuanto a efectos especiales es que no abusó de tecnologías como el CGI, sino que utilizó efectos visuales de muchos tipos: dobles, juegos de cámara, engaños de perspectiva… el manejo de estos efectos permitió un enorme realismo en la representación de razas de distinto tamaño juntas (como hobbits o enanos junto a hombres); por ejemplo, en muchas escenas se recurrió a actores en zancos o a dobles con personas pequeñas.

 

El hombre detrás de Gollum

Sin duda, Gollum –anteriormente conocido como Sméagol– es uno de los personajes más memorables de la trilogía.

Andy Serkins reconoció haber interpretado a esta criatura, consumida por el anillo único, inspirándose en vídeos de personas con síndrome de abstinencia de heroína.

Serkins trabajó con un traje (motion suit) por el que sus movimientos eran capturados y luego recreados (al igual que su voz) en el personaje de manera digital.

Aunque Gollum es, en definitiva, artificial, no lo es por completo, porque mantiene la esencia de magistral trabajo del actor.

 

El Señor de los Anillos se llevó récord de nominaciones a los Óscars

Pese a que El Retorno del Rey obtuvo 11 Óscars, la trilogía completa llegó a alcanzar 30 nominaciones, Sobrepasando a las sagas de El Padrino (28 nominaciones) y Star Wars (21 nominaciones).

Actores accidentados

Afortunadamente, no hubo ningún incidente grave que lamentar durante el rodaje de las películas, pero sí hubo algunos accidentes. Por ejemplo, Orlando Bloom (que interpreta a Legolas) se rompió varias costillas rodando sus escenas de acción y Sean Astin (Sam) se clavó un trozo de vidrio en el pie durante la escena de la colina de Amon Hen.

Por su parte, Vigo Mortensen (Aragorn) se rompió un dedo del pie en la escena de Las dos torres en que golpea un casco de orco y grita furioso por lo que creía que era la muerte de los hobbits Merry y Pippin; el potente grito de dolor de Mortensen, por ello, fue totalmente improvisado, pero gustó a Jackson y permaneció en el montaje final.

Otra escena improvisada fue el choque accidental de Ian McKellen (Gandalf) con la lámpara de la casa del hobbit Bilbo hecha a su medida. El actor se dio un leve golpe en la frente que acompañó de una risa, que también gustó a Jackson y permaneció en el filme.

 

Una banda sonora de lujo

La música en esta saga merece una mención especial. Fue compuesta por Howard Shore, quien aplicó mucho mimo y maestría para elaborar una rica banda sonora, con motivos distintos para cada raza, personaje principal, situación o incluso época de la Tierra Media. La banda sonora fue interpretada por la Orquesta Filarmónica de Londres.

 

‘They’re taking the hobbits to Isengard’

El guion de la trilogía está repleto de frases memorables que los fans conocen al dedillo. Una de ellas es esta: ‘Llevan a los hobbits a Isengard’ (en la versión en castellano), que pronuncia Legolas (Orlando Bloom) mientras le sigue el rastro a la partida de uruk-hai que capturaron a sus compañeros.

En 2006, se publicó un vídeo en Youtube en la que aparecía esta frase mezclada en cortes con una versión de la banda sonora, (el tema de los hobbits). La canción se hizo tan popular que ya forma parte de la cultura de los aficionados a la saga, y acumula 32 millones de visualizaciones.

 

 

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