Luis Alberto Angulo-11 de septiembre-Salvador Allende

El premio de la gente buena es postrimero. Al morir un hombre valioso, sus coetáneos cercanos,  de forma unánime coinciden en el reconocimiento de sus cualidades. A veces molesta un poco porque uno piensa en el motivo por el que eso sucede. Tal vez sí hubo reconocimientos; pero, uno supone que debía haber más. Con el fallecimiento reciente de algunos amigos, no escapo a esa sensación de manifiesta insatisfacción. Me pasó con Reynaldo Pérez Só y con José Carlos De Nóbrega, y ahora me sucede con Carlos Montenegro. ¿Será, me digo a mí mismo, que al igual que la mayoría, no soy capaz de ver la muerte como un amanecer o un atardecer, que son hechos cotidianos extraordinarios y sencillos que se suceden de forma infinita?

De verdad que Carlos Montenegro fue un gran promotor cultural universitario y de toda la ciudad. Pedro Téllez y Oswaldo González así lo reconocen. Laura Antillano recuerda su solidaridad y eso es así, porque sin esa capacidad de entrega y de ver al Otro, que es el origen de la solidaridad, tampoco se puede realizar la promoción cultural genuina, cuya aspiración es ayudar sin manipulación e interés.

Recordaremos a Carlos Montenegro como un excelente promotor cultural, un buen amigo y una persona con convicción profunda del significado de la individualidad en el contexto social.  Descansa en paz, amigo mío. Om Mani Dewa Rhi.

*Se debería instituir un premio para destacados promotores culturales del Estado con el nombre de Carlos Montenegro.

 

El tanto de bola

El tanto e’ bola, es una ventaja que otorga un jugador a otro en virtud de su maestría y destreza en el juego del billar, en el de las bolas criollas y no sé si también en el de canicas. Por extensión se dice, entonces, que es la ventaja en el análisis y la percepción de determinada realidad que posee alguien sobre los demás. Es la mirada zahorí, aguda, penetrante, adelantada, capaz de prever jugadas, las suyas y la de sus antagonistas. Me indican que un buen ajedrecista puede prever ocho movimientos y otro muy bueno hasta catorce; no sé cómo calculan la genialidad de los grandes maestros. Los analistas políticos desarrollan esa capacidad y establecen vínculos con la realidad fenoménica de las relaciones de poder. Creo que se pierde cuando el observador se permite en su análisis la insinceridad. No se trata de adivinar sino de ver y tener el valor de interpretar desapasionadamente el asunto en cuestión; esto decía mi padre hablándome del tanto e’ bola del análisis político. Pienso que el arte y la ciencia de esa actividad tiene que ver con ello. Intuición y conocimiento se juntan en ese talento tan necesario para derrotar la guerra, que es al final la negación  del espacio político que humaniza.

 

Aguas servidas en Bárbula

La manera en que la ciudad resuelve la distribución de sus servicios colectivos de salubridad define el verdadero desarrollo social. El acueducto ha sido una aspiración que viene de siglos. Los europeos cuando llegaron a este continente se encontraron realmente con un nuevo mundo. Acueductos incas que lograban subir agua a poblaciones enclavadas en la cumbre montañosa les pareció algo diabólico. Se olvidaban aquellos conquistadores que los romanos habían construido un gran acueducto en España mucho antes que ellos invadieran estos espacios; por cierto, todavía hoy es posible ver algunas obras de esa ingeniería.

¿Qué hacer con las excretas? Esta es una pregunta obligada que desde los centros urbanos realizan las comunidades organizadas. Las aguas servidas anduvieron por las calles de muchas capitales hasta hace relativamente poco tiempo; sin embargo, es inconcebible en la actualidad que algo así ocurra; no obstante, la cloaca que pasa frente a lo que es hoy el CC. Río Sil, hacia el norte del municipio Naguanagua, continúa creando problemas pese a que durante las últimas cuatro décadas, se ha invertido tiempo y abundantes recursos económicos, intentando solucionar ese grave y apestoso problema.

De forma inevitable pienso, sin ninguna otra consideración, que la ingeniería de mayas, incas, y romanos, es muy superior a la de nuestros doctos contratistas.

 

SÁBADO

Estoy muy agradecido siempre con el poeta Juan Medina Figueredo, un oriental venezolano de corazón grande y mente luminosa que vive entre nosotros hace medio siglo.

Me ha enviado, a propósito de la publicación de la columna pasada, una bella y generosa nota que transcribo superando la falsa humildad:

 

Lo que abunda no daña

Por: Juan Medina Figueredo

Buenos días, Luis Alberto, impecable documento político. En derecho, “lo que abunda no hace daño”. Ugarte Pelayo, José Vicente y Cheito Herrera Oropeza eran militantes de URD. Definir al país como un campo petrolero permitió la imagen de país campamento, que Herrera Luque y Cabrujas desarrollaron, más allá del campo petrolero y su vida citadina, que Rodolfo Quintero y Domingo Alberto Rangel nos presentaron. La clase media fuerte fue el plan del pacto de Punto Fijo y Kennedy. Una versión del Estado de Bienestar, “New Deal” en Europa. Nuestra lucha por la independencia es lo fundamental y nos debatimos entre emprendedores y comunas, así como en acuerdos con Fedecámaras y USA, con énfasis en modelo Chino, transcapitalista para Dussel y postcapitalista para otros, nociones poco definidas. Si la URSS es calificada de postcapitalista por Dussel, China no parece. Entre nosotros todo parece estar en juego. Sigue siendo la lucha por la independencia lo fundamental en este momento y a partir de allí cumplir nuestro propio ensayo. Ya lo dijo Fidel, “todavía no sé ha escrito la receta del socialismo”. Feliz día.

 

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APAGÓN

Es un ataque bélico al Sistema Eléctrico Nacional, un acto de terrorismo en contra del país y sus ciudadanos.

 

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Luis Alberto Angulo [Rivas]. Nació en Barinitas, estado Barinas (VEN), en 1950. Coterráneo de los poetas Enriqueta y Alfredo Arvelo Larriva. Autor de las sumas: Antología de la casa sola (Fundarte, 1982), Fusión poética (Universidad de Carabobo, 2000), La sombra de una mano (2005), Antología del decir (2013), y Coplas de la edad ligera (2021), títulos publicadas por Monte Ávila Editores, colección Altazor. Prologa la edición en vida de la Obra poética completa de Ernesto Cardenal (Editorial Patria Grande, Buenos Aires, Arg. 2008).
Premio del IV Concurso Internacional de la revista Poesía (UC), otorgado anteriormente a: Jim Seguel, Arnaldo Acosta Bello y Eli Galindo. En Valencia, ciudad donde reside desde hace más de cincuenta años, ha sido columnista de los diarios Notitarde, El Carabobeño y Ciudad Valencia, jefe de redacción de la revista Poesía (UC) y director de las revistas Zona Tórrida (UC) y Redve (Red Nacional de Escritores de Venezuela). Ha realizado selecciones poéticas de: San Juan de la Cruz, Miguel Hernández, César Vallejo, Ernesto Cardenal, Enriqueta Arvelo Larriva, Teófilo Tortolero, Gelindo Casasola, Rómulo Aranguibel, Lubio Cardozo y Ana Enriqueta Terán.

 

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