El próximo sábado 13 de noviembre, a las 10 am, el Museo de Arte Valencia (MUVA) inaugurará dos nuevas exposiciones: “Retóricas”, en la sala Luis Eduardo Chávez, y “Paisajes Conjeturados”, de Jesús Martínez Querales (“Jesmaq”), en la sala 1.

 

Retóricas

“Retóricas” es una fascinante muestra de las bóvedas abiertas del MUVA cuya colección es periódicamente expuesta al público para su disfrute perenne.

 

En relación a esta selección que podrá apreciarse en la sala principal del Museo, y a las actividades que se tiene programado realizar a partir de este sábado, la poeta Vielsi Arias Peraza, responsable de la Plataforma del Libro en Carabobo, nos obsequia este texto:

Plutarco definió la poesía como pintura que habla al afirmar: “las acciones que los pintores representan mientras suceden, las palabras las presentan y las describen cuando ya han sucedido”, y Horacio aseveró: “como la pintura así es la poesía” afirmaciones que sentaran las bases para que autores como Mitchel planteen “la experiencia ecfrástica” o diálogo entre la plástica y la poesía.

 

El ecfrasis es un género que intentar explicar el arte visual; se trata de superar la división imagen texto para dar lugar a una imagen síntesis. Este diálogo posibilita la interlocución entre lo semiótico, simbólico y las contradicciones sociales.

En este orden Retóricas plantea ser un espacio reflexivo como vínculo y límite fronterizo texto-imagen; proponemos así esta selección como ejercicio ecfrástico donde el espectador construye su propio relato frente a la obra, en una suerte de juego donde la ésta va a desencadenar la descripción.

Esta “representación de la representación” será una interpretación doble, puesto que la obra plástica queda implícita en la obra literaria. En esta oportunidad hemos involucrado al público como narrador que incorpora su mirada.

El vínculo reflexivo que anima la selección viene dado por la metáfora implícita, como ejercicio de intelegibilidad en el encuentro con lo poético en sí.

 

 

Paisajes Conjeturados

Inmediatamente, en la sala 1 del MUVA, disfrutaremos de la propuesta “Paisajes Conjeturados” que nos presenta el joven y comprometido artista Jesús Martínez Querales (“Jesmaq”). Carlos Rojas Castro, percibe y define su muestra en este texto:

 

Seno y Coseno

Hay una realidad en el mundo de las Artes, no es una constante generalizada, pero es evidente que eventualmente mata lentamente a los llamados artistas y los reconfigura en máquinas de la repetida estética.

Este mal visto como bien, es una didáctica de la secularidad, consiste en una afanosa búsqueda de los llamados estilos hasta una fórmula de trabajo que es la marca y a su vez la garantía de una venta por reconocimiento de la misma.

He visto el trabajo de Jesús Martínez, en el que utiliza fórmulas pero no las que buscan ese tipo de marca, fórmulas que no son signos inamovibles y que en su contenido variable y fiel  a la palabra Plástica, dejan por un momento atrás la enfermiza monetización como objetivo y objetivan las demandas de su inquieta existencia.  Sin embargo está claro ante la realidad donde cada quién debe vivir de lo que hace, a su vez engrana su ocupación horizontal que grafica ilustrándola en comunicados.

Ha determinado desafiar lo que dicta la destrucción conquistando la censura del ojo izquierdo que se lanza sobre el derecho en un juicio moral ejecutando la ley de no voltear a lo prohibido, a los albañales y a las costillas de los puentes donde solo la mirada que vuela puede visitar. Encontró esta libertad de abordar las ruinas para construir, no es el sueño fácil de un mortal pero si la pervivencia de la creación, un espíritu que ha logrado complementos en su discurso para señalar la popular normalidad, una irrupción al silencio de la desidia de esta nación.

 

Hay que dejar claro que lo elemental y simple no es imperceptible, que invocar la bendición de algunas leyes físicas en inesperados planos y fachadas hace constar la respiración de lo que algunos ya consideraban inexistente.

Jesús cabalga en dirección opuesta al estigma artístico ese en el que la más usual etiqueta es la locura, actualizó sus respuestas y se ha preparado deportivamente para enfrentar la adversidad social. Homogenizó  la preparación escolástica para vivir en la inevitable cultura de la intrascendencia, su nombre en una franela o una pared es parte del protagonismo postmodernista. La pasiva estridencia de su sarcasmo se ocupa del molesto y marcado elite de las Artes, una fresca rebeldía del «no me importa» la imposición de sus espacios y el exabrupto juicio del filtro. Me permito especular en su voz: yo solo estoy junto a mi grito que me calma, y sin dudas sé que hay criterios que lo escucharán.

 

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El MUVA extiende la invitación a todas y todos para que asistan a la inauguración y participen en las demás actividades que se han programado junto a los artistas, creadores y cultores.

 

Ciudad VLC / LSFLC