En ocasión de los 221 años de la Batalla de Vertières (18 noviembre 1803), he decidido enviar un mensaje para los gobiernos y los pueblos antiimperialistas del mundo, para que nos acompañen en la lucha por la liberación del noble pueblo haitiano, que está siendo víctima de un secuestro por su rebeldía y sus recursos naturales por los gobiernos fascistas de Francia y de Estados Unidos (EEUU).
Hoy en día es vergonzoso decirles que Haití es la Madre de la Libertad, propulsora de la solidaridad en el mundo y fundadora del socialismo, que combatió por un mundo justo y luchó para abolir la esclavitud en el universo.
A 221 años de su última batalla, la cual le permitió ayudar a los países de América Latina y África, Haití se encuentra aislada en el mismo mundo que tanto ayudó, en el silencio de las naciones unidas, con los gobiernos de EEUU y Francia destruyendo a Haití minuciosamente.
Muchos gobiernos hablan de solidaridad con Haití, mientras siguen negociando con los esclavos intelectuales haitianos y con los amos de los imperios, agentes dobles que con su complicidad con estos dos imperios mencionados han transformado a la Primera República Negra Libre en una Palestina en América Latina.
Israel lanza bombas y misiles que destruyen masivamente escuelas, hospitales, edificios, hombres y mujeres valientes que defienden a la tierra sagrada de Palestina, mientras Francia y EEUU destruyen nuestra educación, nuestra cultura y nuestra producción nacional desde 1804.
Haití bravío, con su economía en decadencia, aceptó ayudar a todos los países de América Latina y África que fueron a buscar apoyo en Haití para salir del yugo de los imperios, como Venezuela, Colombia, Bolivia, México, Ecuador, Argentina, Perú, Chile, Republica Dominicana, Grecia, Gongo, el mismo Estados Unidos, etc…
Los imperios amenazaron con sancionar a Haití si brindaba su apoyo a estos países, como pueblo rebelde, una vez más, demostró su solidaridad con todos los pueblos que necesitaban de su ayuda, y de inmediato empezó el primer bloqueo económico brutal contra el pueblo haitiano.
Desde el 28 de julio de 1915 a 1934, Haití resistió la segunda invasión de 300 marines del gobierno de EEUU, que saquearon todo el oro y robaron todo el dinero que tenía Haití como reserva en su Banco Central (BRH), una acción que destruye la esperanza del pueblo haitiano y la economía del país.
Los imperios empobrecieron a Haití, sin embargo, los grandes medios de comunicación hegemónicos generaron una campaña sucia en contra de Haití como “país más pobre del mundo”, y en ningún momento asumieron que por culpa de ellos Haití no se ha podido desarrollar, esa es la verdad sobre mi patria querida.
En el siglo XXI, los ataques de ambos imperios son cien veces más crueles que en la época de nuestros antepasados, descaradamente destruyeron la Fuerza Armada de Haití, ellos no permitieron que los gobernantes títeres de Haití reorganizaran la Fuerza Armada, a pesar de tener hombres y mujeres valientes dispuestos a defender a la Primera República Negra Libre, y lo sádico de estos imperios es que prefieren armar a grupos de delincuentes en todo el territorio nacional de Haití para generar crímenes de lesa humanidad sobre el pueblo haitiano, pueblo que responsabilizó una vez más a la CARICOM, que se prestó para llevar adelante esa jugada sucia del imperialismo en Haití.
La comunidad internacional sabe que los delincuentes trabajan para la embajada de EEUU en Haití, todas las armas de guerra que tienen esos grupos de delincuentes vienen de los EEUU, y su embajada en Haití tiene muy buenas relaciones con los jefes de las pandillas; mientras tanto, el pueblo haitiano sigue resistiendo, batallando por un Haití libre del imperialismo.
A los 221 años de resistencia, denunciamos antes el mundo el comportamiento fascista de los imperios de EEUU y Francia en contra el pueblo haitiano y hacemos un llamado a todos los gobiernos del mundo y los pueblos del mundo para demostrar su verdadera solidaridad con Haití, no estamos pidiendo dinero, tampoco comida, solamente queremos que nos escuchen, estamos dispuestos a dar nuestra propia vida en combate para recuperar nuestra independencia, nuestra economía y nuestra soberanía.
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A 221 años de la Batalla de Vertières, todo es posible si realmente ustedes quieren solidarizarse con Haití, vamos a hacerlo por las mujeres y las niñas que están siendo víctimas de la violencia sexual todos los días, por los niños y las niñas que están muriendo de hambres en las calles, por los jóvenes que no tienen esperanza, vamos a hacerlo por el pueblo que no aguanta más esa dura situación.
A 221 años de la Batalla de Vertières, la última batalla que nos hizo un pueblo libre, vengo a gritarle a la comunidad internacional JUSTICIA Y LIBERTAD para mi pueblo, porque me duele ver a Haití en esa situación inhumana.
Queremos recuperar la paz y la tranquilidad y, sobre todo, la dignidad de Haití, es doloroso ver el sufrimiento de las familias haitianas sin poder ayudar, y si los gobiernos y los pueblos nos escuchan, estoy seguro de que podemos tener un Haití próspero.
¡Viviremos libres o moriremos juntos! ¡Que viva Haiti!
Jean Edmond Paul (profesor y activista político haitiano) / Ciudad Valencia