Aunque no se trata precisamente de un honor, justo es reconocer que los venezolanos tenemos mucho que ver con el origen y difusión de la palabra de hoy, una palabra que para los pelos de punta y que nació en nuestros predios: caníbal.
En realidad caníbal es una variante de Caribe, nombre de la nación bravía que poblaba nuestras costas e islas vecinas para los días del “descubrimiento” y todavía tiene influencia en las culturas indígenas de Venezuela.
Los caribes, aquellos que hacían temblar a los vecinos de la región con su grito de guerra “anacarina rote”, fueron los indios más temidos de esta parte del mundo. Caribe es lo mismo que caníbal y por este nombre los conocieron Colón y su gente cuando llegaron a estas playas.
Muy pronto se extendió por el mundo la leyenda de la ferocidad de los caribes o caníbales, avivada sobre todo por la fama de antropófagos que tenían entre los conquistadores, que no eran ningunos santos. Como en realidad los caribes practicaban cierta forma de antropofagia ritual, su nombre pasó a ser sinónimo de antropófago y de otras cuantas cosas igualmente terribles.
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Hacia principios del siglo pasado caribe y caníbal eran lo mismo, pero entonces los dos vocablos se separaron y se comenzó a usar exclusivamente caníbal para designar a aquellos que tienen la fea costumbre de comerse al prójimo.
La palabra, se puede decir, tuvo un éxito fabuloso e ingresó a muchos idiomas modernos como el inglés, el francés y hasta el alemán y el ruso, que tienen la forma kannibal. De su famoso derivado canibalismo será mejor no hablar, por aquello del canibalismo político.
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Tomado del libro “La palabra de hoy / Programa radial” (Cenal, 2014)
Autor: Aníbal Nazoa González (Caracas, 12 de septiembre de 1928 – Ibíd., 18 de agosto de 2001) poeta, periodista y humorista, considerado «uno de los escritores venezolanos que mejor retrató el siglo XX».
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